La rebaja de precios de la gasolina y de la luz en lo que va de año ha lastrado al IPC hasta hacerlo perder un punto desde el mes de enero. Así lo reflejan los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística, que añaden que la cesta de la compra se abarató en Zamora en dos décimas en el último mes, septiembre. Si se comparan los datos con los del mes de octubre del año pasado resulta que el IPC se ha rebajado un 1,2%. Datos, todos negativos, que vienen a reflejan una realidad aún hoy incontestable. Primero, que el consumo no repunta, y segundo, que la rebaja de precio de muchos bienes esenciales se nota para bien en el bolsillo de los zamoranos. Es precisamente el hecho de que los causantes de la situación actual sean la gasolina y la luz lo que hace que no se pueda hablar de deflación.

Salvo las grandes variaciones que han registrado combustible y electricidad, el resto de productos han permanecido más o menos estables en los últimos doce meses. Con las dos excepciones ya explicadas, las variaciones se han limitado a auges o descensos de poco más de tres puntos en los escenarios más acusados.

Por lo referente al último mes, los datos que refleja el INE pueden agruparse teniendo en cuenta la estacionalidad. Han subido de precio la ropa y el calzado como consecuencia del fin de las rebajas, algo que se repite siempre en septiembre y en marzo, con el fin de las rebajas de invierno. Por contra, caen hasta en diez puntos los hoteles, que dicen adiós a la temporada de verano, y los viajes organizados, que viven una situación similar. Por lo demás, estabilidad. De no ser por el incremento de ropa y calzado, el IPC hubiera perdido en septiembre una cifra más elevada que las dos décimas que refleja el INE.

En términos regionales, el IPC registró en Castilla y León una bajada de un 1,4% en septiembre en relación al mismo mes del pasado año, mientras que en el conjunto de España los precios cayeron un 0,9%.

Teniendo en cuenta la variación mensual, los precios en la comunidad bajaron un 0,2% en relación a agosto, una décima menos que la media nacional, mientras que en el acumulado del año en Castilla y León se registró una caída del 1,1%, que en el caso del conjunto del país fue del 0,7.

Entre las reacciones al dato conocido ayer, la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) y la Federación de Autónomos de Castilla y León (Feacyl) pidieron que "se eliminen obstáculos para el crecimiento y la competitividad empresarial ante la situación de baja inflación". En este sentido ambas organizaciones insistieron en un comunicado en que se han de "rediseñar y reforzar" las medidas de apoyo a la actividad empresarial, que permitan reactivar la confianza del consumidor y, por tanto, aumentar el consumo y las ventas.

En opinión del sindicato Comisiones Obreras, el descenso anual de la inflación se explica "por el fuerte descenso en el apartado de vivienda, por la bajada de los precios de la electricidad (frente a la subida del año anterior) y del transporte, junto al descenso en el de carburantes y lubricantes, que el año anterior estuvieron estables en septiembre".