La llegada del otoño y los primeros temporales ha vuelto a levantar la voz de los críticos con el estado de conservación de centenares de edificios en la capital que presentan graves deficiencias. Se trata de más de 400 inmuebles cuya catalogación es "mala" o "ruinosa", lo que inmediatamente los pone en una lista de riesgo cada vez que sobrevuelan por la capital la lluvia y el viento. La mayoría de estos edificios con deficiencias en su estado actual se encuentran en los barrios de La Horta y el Casco Antiguo, algo que los vecinos llevan tiempo denunciando sin llegar nunca a una solución real. Mientras tanto, los cascotes continúan cayendo desde cornisas de edificios del centro histórico poniendo en peligro la seguridad de los viandantes.

Apenas han pasado diez días desde la última vez que el Cuerpo de Bomberos hubo de actuar en un edificio de la Plaza Mayor por el desprendimiento de parte de la fachada de uno de los edificios que esquinan San Andrés y Renova. Este tipo de actuaciones se han registrado prácticamente de manera mensual durante los últimos meses, lo que ha dado la voz de alarma a los vecinos que viven en esta zona de la capital ante el mal estado de conservación de los numerosos edificios.

Los datos que ofrece el censo de viviendas elaborado por el Instituto Nacional de Estadística no son nada halagüeños al respecto. Según esta fuente, la ciudad de Zamora mantiene más de un centenar de viviendas consideradas "ruinosas" y otras 300 con catalogación de "malas", que es el adjetivo que se le pone a aquellos inmuebles donde existen grietas acusadas, abombamientos en las fachadas y en los muros, hundimientos y falta de horizontalidad. Y si el abanico se amplía hasta las denominadas "viviendas deficientes", el número sube hasta cerca de 2.000 inmuebles, lo que pone de manifiesto que el riesgo real existe.

No es la primera vez que los vecinos de los barrios de La Horta y el Casco Antiguo alzan la voz por la problemática de los edificios. Sin embargo, el Plan Especial del Casco Histórico, que se erige como el principal actor para solucionar este problema, no termina de llegar. El equipo de gobierno dirigido por Izquierda Unida y PSOE ya ha mostrado su firme intención de ponerse "cuanto antes" a trabajar en el proyecto que dé una esperada actualización al documento actual que data del año 2000 y que nunca llegó a ejecutarse de forma completa.