Los padres de David Fonseca Escribano comenzaron a producir en ecológico hace una década. Lo que comenzó siendo una aventura se ha consolidado y diversificado hacia el envasado de legumbres, como el garbanzo de Fuensaúco, entre otros productos. Su labor ha merecido el premio Ecocultura 2015 que ayer recibió el gerente de S. C. Las Escondidas, firma radicada en Villamor de los Escuderos y que comercializa harinas, frutos secos o garbanzos bio bajo las marcas Biocicer y Cerro Verde.

"Hace diez años mis padres se arriesgaron y apostaron por la agricultura ecológica, algo que entonces no se veía mucho", explica David Fonseca. En el cambio sus progenitores sopesaron los gastos generados siguiendo los mecanismos que ahora imperan y el rendimiento logrado. "Ellos veían que el terreno no requería de ciertos productos químicos que ya por costumbre se usan", concreta el ahora gerente de la firma que en aquel momento estaba estudiando una ingeniería.

El hijo y nieto de labradores detalla que comenzaron a sembrar en ecológico casi 90 hectáreas de trigo, cebada, algarroba y girasol. Poco a poco, fueron introduciendo nuevos cultivos atendiendo a las características del suelo. "Hemos tenido muy presente qué productos podían adecuarse a las características del terreno para lograr una efectiva rotación".

En el año 2012 la empresa familiar de la Guareña apostó por comercializar el garbanzo que cultivaban. "Tenía la peculiaridad de ser de Fuentesaúco ecológico, lo que era un plus", explica Fonseca Escribano, quien atestigua que comenzaron a venderlo entre familiares y amigos para posteriormente nacer la idea de una envasadora, lo que conllevó "contar con un registro sanitario y empaquetar las legumbres".

Actualmente S. C. Las Escondidas comercializa alrededor de once toneladas de garbanzos que distribuyen prácticamente en toda España. "Tenemos una mayor presencia en la Comunidad Valenciana, Barcelona, Madrid, Asturias Galicia o el País Vasco", enumera este hombre, tercera generación de agricultores.

David Fonseca apunta la aceptación que sus productos han tenido entre los grupos de consumo. "Ellos han hecho que hayamos crecido. Nos apoyaron desde el inicio y confiaron en nosotros en todo el proceso de expansión". El gerente de la firma premiada con el Ecocultura 2015 agrega que en este tipo de producto bio "lo que le diga el consumidor influye mucho".

David Fonseca Escribano, quien llegó al negocio familiar tras acabar Obras Públicas y trabajar en distintos sectores, agradeció públicamente el premio a su tío Jorge Escribano que "no ha podido asistir a la entrega porque está cosechando. ¡Es lo que tiene el trabajo del campo!" y a su hermana que incluso ha abierto una tienda donde vende los productos cultivados y empaquetados por los suyos. "Hemos dado un paso más", detalla el gerente que comenta que ella reside ahora en Ciudad Rodrigo, donde "ha abierto una tienda enfocada al turismo y a productos de la tierra, con un apartado de producción ecológica".

El gerente de S. C. Las Escondidas explica que "el premio se lo merecen mis padres porque yo no me he machacado la espalda como ellos" y sobre todo "es un reconocimiento a toda la agricultura en general porque a veces a la gente que trabaja en el campo se les tiene como la gente del pueblo, cuando la provincia de Zamora es en esencia agrícola y ganadera".

Con respecto a la Ecocultura, en donde tienen presencia desde hace cinco años, asegura que el "apoyo brindado por la Diputación es fundamental". "Se trata de una cita muy considera fuera, como hemos podido comprobar al acudir a otras ferias".

Entre los proyectos de S. C. Las Encondidas, este hombre avanza que "queremos crear una casa rural ecológica en la zona de Las Escondidas, un terreno rodeado de encinas centenarias y almendros que perteneció a los abuelos de mi madre" y "sacar adelante tanto las harinas, que estamos ampliando, como los frutos secos o los garbanzos, nuestro producto estrella".