La edad, 88 años, y su estado de salud, por determinar por los médicos forenses de los juzgados, pueden condicionar la permanencia en prisión del hombre que asestó a su expareja con un cuchillo dos puñaladas en el abdomen y una tercera en el cuello. El anciano, de iniciales A. N., ingresó ayer en la macroprisión de Topas por orden del magistrado del Juzgado de Violencia de Género de Zamora, donde permanecerá en prisión provisional sin fianza, a petición del Ministerio Fiscal. El magistrado, sin embargo, denegó la incomunicación solicitada por el fiscal para el imputado en un delito de violencia de género con resultado de intento de homicidio o de asesinato, dada la evolución favorable de la víctima de 76 años de edad, Rosalía. Las graves heridas sufridas por su excompañera sentimental, cuyo pronóstico continúa siendo reservado, según informó el Sacyl, hicieron temer inicialmente por la vida de la víctima, que al parecer está ya fuera de peligro, ingresada en planta.

El intento de homicidio conlleva penas de reclusión de hasta cuatro años, si bien puede verse agravado por las circunstancias en las que se produce: con arma blanca y por sorpresa, sin dar posibilidad a la víctima de reaccionar y defenderse. El asesinato se castiga hasta con 15 años de cárcel. El arrestado deberá responder de la agresión al guardia civil jubilado, Antonio Campos, que auxilió a Rosalía para impedir que la agresión terminara en asesinato, un delito de agresión o intento de homicidio, según califique el fiscal, que igualmente está castigado con prisión.

El decreto del secreto de las actuaciones judiciales por parte del juez de Violencia de Género ha impedido tanto al fiscal especializado en este tipo de casos, Evaristo Antelo, como al abogado del anciano efectuar ningún tipo de declaración ni informar sobre el contenido del interrogatorio al que fue sometido el imputado, quien estuvo durante casi dos horas respondiendo a preguntas sobre lo ocurrido el lunes, a las 11.15 horas, cuando agredió a Rosalía y el guardia civil a las puertas del supermercado Dia de Morales del Vino, localidad en la que residía, al igual que su excompañera sentimental.

El acusado podrá recibir la visita de su abogado en el centro penitenciario, en el que permanecerá bajo vigilancia en los primeros días de ingreso para preservar su integridad física, como es habitual cuando llegan nuevos internos que han cometido actos tan graves.

El hombre permaneció casi 24 horas en los calabozos de la Guardia Civil, tras ser detenido el lunes después de cometer la agresión contra quien fue su excompañera sentimental durante 27 años, con la que ya no convivía, y contra el agente jubilado de la Benemérita. El anciano, que tras la separación de Rosalía vivía hace meses en una residencia, mostró absoluta tranquilidad durante el interrogatorio, si bien minutos antes parece ser que mostraba cierta inquietud, según fuentes próximas al caso.

El inculpado tiene medicación, si bien no se ha podido saber qué tipo de enfermedades puede padecer y si alguna de ellas pudo influir en el trágico desenlace para Rosalía, algo que deberán concretar los médicos forenses de los juzgados tras someterle a un exhaustivo examen físico y psicológico. El hombre permaneció solo en el juzgado.