Cincuenta millones de euros. En esa cantidad ha cifrado la Junta de Castilla y León lo que dejará de ingresar al suprimir el tercio que aún está en vigor del céntimo sanitario. Hay que recordar que el 66% del impuesto ya se eliminó cuando entraron en vigor los presupuestos regionales de este año, el pasado uno de enero. Con la llegada del nuevo año, los castellanoleoneses dirán definitivamente adiós (al menos en su parte autonómica) a un impuesto muy impopular, aunque aún quedará el tramo estatal. Esta última parte supone algo más de dos céntimos por litro.

La medida, junto con otra bajada del tramo regional del IRPF para el próximo ejercicio, son los dos anuncios estrella realizados en el plano fiscal en los últimos días. Según la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, la combinación de ambas propuestas dejará cien millones de euros en el bolsillo de los contribuyentes de la comunidad.

Del Olmo apostilló que la Junta recortó el impuesto en dos tercios en 2015, tras lo que propone ahora la supresión íntegra de la tarifa autonómica desde el 1 de enero de 2016, es decir, que los ciudadanos dejen de pagar 1,6 céntimos adicionales por litro de gasolina, gasóleo o queroseno, así como 0,07 céntimos por cada litro de fuelóleo. Al sector del transporte no le afecta, puesto que ya se les devuelve el cien por cien, subraya la propia administración regional.