El número 3 del Partido Popular, el zamorano Fernando Martínez Maíllo, regresó a su casa en la fiesta que él mismo revitalizó varios años atrás llevando la cita a Madrid. Esta vez, Maíllo se dio un baño de masas entre autoridades provinciales y regionales, alcaldes de su formación política y los numerosos invitados en el Día de la Provincia y lanzó -como en él es habitual- mensajes directos, revestidos por el brillo de su nueva función en Génova. "Nos presentamos a las próximas elecciones generales para ganarlas", enfatizó, después de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy anunciara esta semana en una entrevista que los comicios tendrán lugar el próximo 20 de diciembre.

En la senda de esa convocatoria clave para el futuro del país -fecha expuesta a los focos de las recientes elecciones catalanas- Martínez Maíllo subrayó la "credibilidad contrastada" del Partido Popular a propósito de la progresiva recuperación económica y advirtió de que "no podemos volver a caer en las políticas que nos han llevado al desempleo", en una nueva alusión a la etapa precedente, con el socialista José Luis Rodríguez Zapatero como responsable. En este sentido, el número tres de los populares comprometió al creación de 500.000 puestos de trabajo anuales hasta llegar a los dos millones de empleos a lo largo de la legislatura si Rajoy renueva en el cargo.

El zamorano también tuvo palabras para la política doméstica, donde insistió en la reciente visita de Mayte Martín Pozo a Madrid para verse con la ministra de Fomento y tratar aspectos de las infraestructuras pendientes. "No se trata de gobernar sentado esperando", aseveró Maíllo, quien aludió al alcalde, Francisco Guarido, para que "deje el sillón municipal y salga de Zamora a Valladolid o a Madrid" y no pretenda gobernar "solo desde Zamora".

Un episodio más de la "pelea" entre partidos políticos, avivada por los resultados de las pasadas elecciones municipales, que provocaron un vuelco político en los tres grandes ayuntamientos de Zamora. En la balanza contraria, Maíllo situó a Mayte Martín Pozo, sucesora al frente de la Diputación, por haber salido de La Encarnación para entrevistarse con diversos dirigentes políticos, entre ellos, la propia ministra de Fomento, Ana Pastor.