Su propia página de Facebook le anunciaba como entrenador y cuidador de perros Jack Terrier para la caza, una actividad clandestina que hasta el padre del joven procesado reconoció a un Guardia Civil del Seprona y en la que se ayudaría de un tejón, animal silvestre y, por tanto, protegido por Ley. El circuito de madrigueras y trampas hallado en la finca, en Vidayanes, en el que el acusado, un joven cazador, introduciría al animal salvaje para soltar a los perros y enseñarles a cazar, encajaría en esa práctica, expresamente prohibida por el uso del tejón, denunció la Fiscalía Provincial durante el juicio celebrado ayer en el Juzgado de lo Penal.

En el CD que la Guardia Civil de Valladolid recibió junto a la denuncia en diciembre de 2013 en la que acusaban al joven de cazar tejones, se podían ver zorros muertos en la finca, terreno propiedad de la familia del acusado, en la que se encontraban los perros y un tejón, subrayó la Fiscalía. Sin embargo, el propietario de los canes, de iniciales G.D., solo ha podido ser procesado por cazar a un animal silvestre protegido, por lo que la fiscal de Medio Ambiente exige a la juez que le imponga una multa de 3.000 euros, tres años de prohibición de caza, por tanto, de la licencia para realizar tal actividad y el mismo tiempo de retirada de armas.

El joven zamorano negó incluso que fuera entrenador de perros, a pesar de que su padre así lo manifestó a los guardias civiles del Seprona e incluso les informó de que el sistena de madrigueras la había construido su hijo, tal y como admitió el imputado, aunque "solo para enseñar a mis perros", no para dedicarse a entrenar. Justificó la tenencia del tejón en una jaula porque sus perros lo habían cazado el día antes de que el Seprona inspeccionara la finca, con la intención de entregarlo al día siguiente, afirmó. La Fiscalía le recordó en sus conclusiones que debería haberlo llevado de inmediato al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre, situado en Villaralbo, ya que "está prohibido retenerlo o tenerlo en cautividad" y, sin embargo, la Guardia Civil del Seprona de Valladolid un mes después de recibir la denuncia, halló al animal silvestre enjaulado en la nave ganadera del padre del joven.

Otro indicio de que el acusado utilizaba al tejón para entrenar perros porque "se venden mejor", apuntó la Fiscalía, serían las lesiones en el morro que presentaban los perros hallados en la finca (siete en total) y el tejón, confirmaron los guardias en el juicio. "Pueden ser de entrar en lucha con zorros o tejones", concretó uno de los agentes. Una afirmación que el joven cazador había intentado desmontar al explicar esas heridas por las zarzas, no porque hubieran estado entrenando con el tejón.

A la falta de pruebas, se remitió la abogada de la defensa, que pidió la devolución de la fianza entregada en su día y que se le aplique la pena mínima en caso de que se le condene. La letrada alegó que no se causó daños al animal salvaje e insistió en que su cliente tenía pensado devolverlo. Pidió la absolución de un delito que fue denunciado de forma anónima y alegó que desconoce cómo fueron tomadas las imágenes que la avalan. Aludió a las declaraciones del padre del joven y del tío que negaron haber visto el tejón en la finca durante días.