Ciudad de tierra adentro, distintas circunstancias han hecho que Zamora tenga fuertes vínculos desde antiguo con la Marina. Fernando III en Santo, nacido en Valparaíso fue el rey creador de la Marina castellana y de la dignidad de Almirante Mayor de Castilla. En 1580, Francisco de Bobadilla, crea en Zamora y con habitantes zamoranos, el Tercio Viejo de Zamora, o tercio de Bobadilla, que embarcaría en las galeras de don Álvaro de Bazán para la campaña victoriosa de las Azores. Después el Tercio de Zamora pasaría a Flandes, donde protagonizaría, un 8 de diciembre, el milagro de Empel a consecuencia del cual la Inmaculada Concepción fue declarada patrona de los Tercios y posteriormente del Arma de Infantería.

Con la llegada de los Borbones los Tercios se convirtieron en Regimientos y así, aquella unidad, se convirtió en el Regimiento de Zamora Nº 8, siguiendo con su gran vocación expedicionaria e interviniendo en varias campañas en ultramar.

De fechas más reciente, 1951 es la inauguración del monumento a Fernandéz Duro, y ya hace varias décadas que la Armada, se viene relacionando con dos de las instituciones más señeras de Zamora: la cofradía del Santo Entierro y la de los Caballeros cubicularios. Esta relación que viene de largo está más viva que nunca, como lo demuestra en hecho de que el presidente de la Cofradía de los Caballeros Cubicularios, Francisco Javier García-Faria del Corral haya recibido la Cruz del Mérito Naval con Distintivo Blanco. La condecoración le fue entregada en un reciente acto celebrado en el salón de honor del Cuartel General de la Armada, en Madrid. Únicamente cinco civiles recibieron el reconocimiento en este acto, donde se impusieron condecoraciones a otros militares. El director del Centro Nacional de Inteligencia, Félix Sanz Roldán, acudió a la ceremonia como amigo de García Faria. Se da la circunstancia de que la medalla se la puso el almirante jefe Jaime Muñoz Delgado, que es caballero cubiculario, lo mismo que lo fue su antecesor, Manuel Rebollo y lo son varios almirantes. Los lazos de Zamora y la Armada se mantienen, como quedó demostrado con el éxito de la parada militar celebrada en la capital como homenaje a Fernández Duro.