El párroco Francisco Díez García recibe hoy el premio a los valores humanos de la Fundación Caja Rural por su "entrega y honradez". El cura "Paco" recibió la noticia del galardón con mucha sorpresa y asegura que no es merecedor de esta distinción.

-¿Cómo recibió la noticia del premio de Caja Rural?

-Con un poco de sorpresa porque cuando uno recibe un premio de estos no encuentra que tenga tantos méritos para ello. También muy agradecimiento porque se reconozca el trabajo. Al principio me negué rotundamente a recibirlo pero finalmente hay que saber agradecer este detalle que han tenido conmigo que creo que no me lo merezco.

-Una de las situaciones que le reconoce la entidad es su trabajo en los Balcanes, ¿nos encontramos ahora con una situación similar con la guerra en Siria?

-Lo de los Balcanes fue horrible pero esto es un túnel sin saber hacia donde vamos y de una magnitud enorme. Ahora hay que intentar acoger a los refugiados y salvar unas cuentas vidas. Todas estas familias están dejado su tierra para venir a un país extraño y puede ser para corto o largo plazo. Desde la parroquia ya tenemos una vivienda preparada para los que vengan. No obstante, como no se vaya al origen del problema no se va a solucionar. El interés de la Unión Europea es magnifico pero creo que se nos va a escapar porque no se sabe que rumbo va a tomar

-Tras 21 años trabajando en la parroquia de La Alberca-Villarina, ¿ha notado que la crisis haya afectado en los últimos años a los vecinos del barrio?

-No es que sea una parroquia en situación límite pero si de gente humilde, que cuando hay problemas se ve más afectada. Cuando han necesitado una ayuda les hemos echado una mano. En la periferia de la ciudad la crisis siempre afecta más.