Las letras del título "Alicia en el país de las maravillas", situadas sobre la pared próxima a las escalares que permiten descender desde la recepción al espacio dedicado a los niños, les dan la bienvenida. Los dibujos situados en el pasillo les acompañan hasta una gran sala llena de libros, la sala de infantil de la Biblioteca Pública del Estado, donde los técnicos explican el funcionamiento del recinto a alumnos de primer curso de Primaria durante la actividad "Niños a la biblioteca con "Alicia en el País de las maravillas"", una propuesta dirigida a los escolares que empiezan a leer y en la que les enseñan qué es una biblioteca, cómo usarla adecuada o qué materiales pueden llevarse a sus casas.

Más de 500 niños participarán hasta concluir septiembre en esta actividad de fomento de la lectura, entre ellos los alumnos de 1º A del colegio público La Candelaria. La clase de Julián Hidalgo ayer profundizó en el funcionamiento de una biblioteca. Con mucha atención los pequeños atendieron las explicaciones ofrecidas por la bibliotecaria Virginia Bollo, quien, de una manera muy amena y recurriendo a veces a las aficiones de los niños, les presentó las instalaciones. Puesto que entre los presentes había una niña rumana también les habló de la ensalada de culturas, nombre que agrupa a libros escritos en inglés, francés, alemán, búlgaro, rumano, chino o árabe y donde tienen cabida títulos en castellano que ayudan a conocer otras culturas. "Queremos que los niños de origen extranjero tengan la oportunidad de que sus padres les lean libros en su idioma y no se olviden de su lengua materna", remarcan desde el centro.

En la sala polivalente, decorada con elementos alusivos a la narración de Alicia, los niños escucharon un cuento basado en la obra de Lewis Carroll, publicada por primera vez hace 150 años, cuentos infinitos o historias explicadas utilizando la pizarra digital, utensilio al que se recurrió en uno de los juegos para comprobar la asimilación de los conocimientos. "Es un primer enganche divertido para atraerles a la lectura. Muchos ya habían venido, pero otros no y es una manera de que conozcan una biblioteca más grande que la tenemos en el colegio", explica la profesora María José Nevado, mientras los escolares, muchos de ellos con su propio carné en la mano, elegían qué libro llevarse a casa para luego devolverlo acompañados de sus padres. "Aquí puedes coger libros, películas o música", dice la niña Sara Dueñas al tiempo que su compañero Mikel Dorado cree que "la biblioteca es muy divertida".

Tras "ir al mostrador y pasarlo por el ordenador", describe un menor, los alumnos formaron en fila india, escucharon las explicaciones de su maestro y emprendieron el paso hacia las escaleras. Unas frases sobre el IV centenario de la publicación de la segunda parte del Quijote, situadas en los peldaños, les despidió hasta una pronta visita.