"Buscaban los tapices que se exhiben en Zamora porque históricamente tuvieron una relación con Carlos V e incluso tenían la pista muy fija de que hasta podía incluso haberlos conocido el propio Emperador", indican desde Imagen Más. Según alguna teoría en el año 1536 una serie de once paños sobre Troya fue entregada a Carlos V, procedente de la herencia de su padre. El soberano los vendió o donó al gran duque de Alba y este a su suegro o cuñado. Este planteamiento cobra sentido si tenemos en cuenta que los paños de la Catedral de Zamora fueron "una donación del conde de Alba de Liste en el año 1608, quien quizá los obtuviera por donación o testamentaría. La doble B tejida que aparece en una esquina alude al taller de donde salieron, Bruselas-Brabante, y en la otra esquina del paño se encuentra el anagrama del autor", explicaba hace un tiempo el delegado diocesano de Patrimonio José Ángel Rivera de las Heras, que en el libro "La Catedral de Zamora" califica "los cincos correspondientes a Tarquino Prisco y la Guerra de Troya entre los más bellos del mundo".

La Catedral de Zamora atesora una colección de 20 tapices flamencos realizados en distintos talleres de Flandes entre 1472 y finales del siglo XVI. Los paños están colgados de los muros del Museo Catedralicio y en la Sala Capitular de la Catedral.