El alcalde de Trabazos y presidente de la Mancomunidad "Tierras de Aliste" es el nuevo presidente del Consejo de Alcaldes, formalmente desde el pasado jueves, aunque desde hace tiempo estaba cantado su nombramiento, toda vez que tenía el respaldo de su partido, el Popular, con mayoría entre los ediles de la provincia.

-Presidente de una Mancomunidad, ¿cómo ve el futuro de estas agrupaciones?.

-Crear una mancomunidad exclusivamente para recoger basura no tiene sentido. Tiene que tener otro tipo de transfondo. Nosotros utilizamos la mancomunidad para hacer compras o para prestar servicios de manera centalizada, que nos salen infinitamente más baratos. El último hecho lo tenemos demostrado con el servicio de analíticas y control de aguas: lo hemos contratado de manera conjunta con un ahorro económico importante. Y después también realizamos labores sociales.

-¿Por ejemplo?

-Cuando hace unos años no salía ninguna convocatoria de empleo nosotros pusimos encima de la mesa, también con una ayuda del grupo de acción local Adata, una cantidad de unos 140.000 euros para crear un plan de empleo en el medio rural. Y aparte de crearlo, nos supuso realizar una serie de obras específicias. Hemos hecho campañas de colaboración con Cáritas, con los bancos de alimentos de nuestra comarca y estamos abiertos a cualquier tipo de colaboración con cualquier colectivo. Y evidentemente también tenemos una singularidad, que nuestra mancomundidad tiene un parque de bomberos que tiene carácter voluntario que nos presta un servicio que está funcionando muy bien y del que estamos completamente satisfechos. Es decir es una mancomunidad con contenidos y competencias y así deberían ser todas.

-¿Como ve el diseño que tanto el Estado como la Junta plantean de la ordenación territorial?

-A veces somos muy reacios a los cambios, cuando suelen quedarse en la modificacion de aspectos funcionales. La vida está repleta de cambios. De la ordenación del territorio ahora mismo en líneas generales conozco lo que ha salido en los medios de comunicación, que en los próximos días se publicará un mapa de estas unidades de gestión. A partir de ahí no sé los contenidos y las prerrogativas que les querrá dar la Junta. De todas formas hay que entender que somos una provincia muy diversa, con comarcas muy diferentes y ya no le digo la comunidad autónoma donde existen diferentes tipos de realidades.

-¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan los alcaldes o mejor dicho, los pueblos?

-Hay un problema fundamental que está encima de la mesa y que lo vamos a tener que afrontar a través del Consejo de Alcaldes, que es el tema de la financiación local y que a nivel municipal es un problema grave. La población se está reduciendo en los pueblos, eso es inevitable y es un proceso que va a tener continuidad en el tiempo.

-¿Pese a las iniciativas contra la despoblación?

-Independientemente de que haya mesas de población, despoblación o de que se tomen medidas, hay una realidad que es palpable y sobre la que no voy a entrar porque podríamos estar hablando de ella durante semanas. Es evidente que la mayoría de los ingresos que recibimos los ayuntamientos los recibimos en función de la población y como cada vez tenemos menos población, cada vez tenemos menos ingresos. Si los servicios cada vez cuesta más prestarlos porque sube la luz, los combustibles, porque hay otro tipo de servicios que nos hemos aventurado a prestar los ayuntamientos llegará un momento en que prestar servicios por parte de los Consistorios a los vecinos sea insostenible.

-Pero, ¿no se ha ido mejorando?

-De acuerdo, pero es insuficiente. Y sobre todo es que hay una horquilla diferenciadora incomprensible y brutal entre lo que recibe un pueblo por habitante y lo que percibe una ciudad. Toda la población de una localidad nuestra, Latedo, con 50 habitantes, la podemos meter en un edificio de cuatro plantas en la ciudad de Zamora. Ese edificio tiene una o dos farolas, 25 metros de acera y prácticamente nada más. Sin embargo nosotros en Latedo (es solo un ejemplo) tenemos que tener abierto un consultorio médico, un local social, posiblemente 60 farolas para alumbrado público, una red de saneamiento, una red de abastecimiento, más el mantenimiento de limpieza y servicios que están ahí encima de la mesa. Sin embargo nosotros calculo que tenemos unos ingresos de unos 18 euros por habitante y mes cuando una ciudad pasa de los 50.

-¿Están discriminados los pueblos?

-No quiero decir que la financiación de la ciudad esté mal, pero si pongo encima de la mesa que la financiación que recibimos los ayuntamientos para ese mantenimiento de servicios, ese día a día, es insuficiente. Y máxime con la realidad de esta provincia, porque hay ayuntamientos que tienen toda la población en un solo núcleo pero los hay, en comarcas, como Sayago, Aliste o Sanabria donde hay municipios con cuatro, cinco o seis núcleos de población, con lo cual el coste de los servicios se multiplica exponencialmente.

-A alguien se le puede ocurrir, llevando el ejemplo al extremo, que sería más rentable cerrar Latedo y meter a sus habitantes en el bloque de la ciudad.

-Vamos a ver, los vecinos de Latedo, como los de cualquier otra localidad de la provincia han elegido vivir ahí, tienen su forma de vida y hay que respetarla. Además es imprescindible que el medio rural tenga población. Pero también lo es que las estructuras de servicios, no solo de los ayuntamientos, sino también de las administraciones, permitan esa pequeña diferencia de calidad de vida entre vivir en una ciudad y vivir en un pueblo con las ventajas e inconvenientes que ello conlleva. Pero para ello, insisto, hace falta financiación y hoy está tremendamente distorsionada.

"Si dos ayuntamientos quieren fusionarse, que lo hagan"

-¿Cuales pueden ser los frenos que impiden a una pareja joven o gente de cualquier edad a instalarse en el mundo rural?

-Eso es un trabajo de cátedra que lo podemos abordar desde diferentes puntos de vista. Tenemos un primer problema: las familias tienen cada vez menos hijos y más tarde. Y para que una persona se establezca en un territorio tiene que tener una forma de vida, un empleo digno y unas condiciones vitales lo más plácidas posible. Y en los pueblos aún tenemos problemas. Hemos mejorado la red de carreteras en los últimos años, aunque no está completa y los servicios en los pueblos, con la creación de nuevos consultorios médicos, locales sociales, servicios de Internet pero aún tenemos lagunas.

-¿Cuáles son las más importantes, desde su punto de vista?

-Hay pueblos de la provincia que no tienen acceso a las nuevas tecnologías, Internet, cuando son servicios básicos que a lo mejor te permiten trabajar en un pueblo o no trabajar en otro. Un ganadero que tiene que tramitar un expediente y lo puede hacer desde su ordenador no se tiene por qué desplazar a una oficina veterinaria a un montón de kilómetros y perder una jornada de trabajo porque a su pueblo no llega Internet o ese servicio que llega es deficiente o caro. Y como ese hay muchos temas que debemos abordar con seriedad. Que seamos pocos no quiere decir que se nos deje un lado.

-¿Desde el Gobierno han apretado demasiado las clavijas a los ayuntamientos?

-A los ayuntamientos sí les hacía falta algo de control, porque algunos han acumulado importantes deudas y la fiscalización a lo mejor no ha sido la correcta. Ahora bien, ese paso ha supuesto un efecto multiplicador para el trabajo de los secretarios y los trabajadores de los ayuntamientos, porque es rendir cuentas, rendir cuentas y rendir cuentas. A veces quizá de manera excesiva; el que legisla no tiene en cuenta que no todos somos Móstoles o Aranjuez, que tienen una partida de funcionarios a su servicio. La mayoría son pequeños rurales con un secretario y en el mejor de los casos con un auxiliar de apoyo. Entonces las tareas se acumulan en una persona.

-Apoyó la reivindicación del sector lácteo y de los trabajadores forestales. ¿Agricultura y empleo vinculado al medio ambiente son vitales para los pueblos?

-El mundo rural es complejo. El sector agrícola ganadero siempre ha estado encima de la mesa. En los años del boom de la construcción los jóvenes buscaban trabajos con una nómina a fin de mes. Ahora, con la crisis económica, mucha gente ha buscado refugio en el autoempleo y sobre todo en la ganadería. En Trabazos hay dos jóvenes que en estos últimos meses han echado para adelante en el mundo de la agricultura y la ganadería, de lo cual me alegro y tienen todo nuestro apoyo. Pero dentro del mundo rural hay otra serie de sectores, como el forestal. Yo he hecho hincapié en el Consejo de alcaldes por el momento en que estaban pasando los productores de leche y los trabajadores del sector forestal, esa gente que cuida nuestros montes, que se juega la vida en los incendios, para que tengan un salario y una condiciones de trabajo justas, porque la inmensa mayoría de esos trabajadores son del mundo rural.

-Se declara municipalista convencido. ¿Partidario de agrupar ayuntamientos?

-La ley permite hoy voluntariamente agrupar ayuntamientos, nadie a hablado de suprimirlos. Eso no quiere decir que si dos ayuntamientos deciden un día que se tienen que fusionar lo hagan. Pero siempre de manera voluntaria y con una serie de incentivos económicos y ayudas reglados. Pero imposición, ninguna.