Francisco Guarido cumple cien días al frente del Ayuntamiento de Zamora. Un centenar de jornadas en la Casa de las Panaderas en las que ha tenido de todo. Primero, atención mediática. A continuación, toma de conciencia de lo que tenía entre manos. Y por último, trabajo. Tres meses son pocos para desarrollar partes importantes del programa marco suscrito entre Izquierda Unida y PSOE. Si bien hay puntos del documento que han comenzado a funcionar o son ya una realidad, lo cierto es que queda mucha labor por realizar. La justificación -pese a decir en la toma de posesión que el equipo de gobierno no hablaría de herencias recibidas- es que ha estado ocupado, afirma, "arreglando desaguisados" del pasado. Estas son las pinceladas de los primeros cien días de Izquierda Unida en el Consistorio de la capital.

Sueldos. El documento marco firmado por IU y PSOE incluía como «medida inmediata» la reducción del número de concejales liberados y de los sueldos. Apenas veinte días después de aquel 13 de junio en que tomó posesión, Guarido anunciaba un ahorro en costes del equipo de gobierno del 30%. El alcalde se redujo el sueldo en un 47%, al pasar de los cerca de 60.000 euros brutos al año de Rosa Valdeón a los 32.000 que percibirá el nuevo regidor. Un total de 1.750 euros netos al mes. El coste total del equipo de gobierno, según la previsión de IU, se reducirá un 30% a razón de 114.000 euros anuales, lo que dejaría en las arcas municipales cerca de medio millón de euros más al terminar el mandato actual.

E Transparencia. La celeridad a la hora de reducir los costes de la estructura de gobierno no se produjo igual cuando hubo que tratar el asunto de la transparencia. Otra de las «medidas inmediatas» del programa marco era la de publicar en la página web del Ayuntamiento la declaración de bienes de cada concejal. Cien días después de que Izquierda Unida y PSOE desbancaran al Partido Popular de la Casa de las Panaderas, el portal municipal no alberga la documentación pertinente para cumplir con este punto. De hecho, en la última Comisión de Hacienda se pospuso el tema por falta de acuerdo en la plantilla a utilizar.

Impuestos. Hoy se cumplen cien días de gobierno de izquierdas en Zamora y la reducción tributaria hubo de esperar 97 hasta convertirse en realidad. El pasado jueves, el edil de Rentas, el socialista José Carlos Calzada, presentó las modificaciones en las ordenanzas fiscales relativas a cinco tasas e impuestos. Entre ellas, la tan esperada por los zamoranos que afecta al Impuesto sobre los Bienes Inmuebles. Tímida reducción, al pasar del 0,57 al 0,556. El compromiso de suprimir la tasa de basuras en trasteros y garajes también fue anunciado en ese mismo día. Por lo tanto, al sumar ambas tasas, se estima que cada ciudadano se pueda ahorrar el próximo año entre 30 y 35 euros atendiendo a esta rebaja de la fiscalidad.

E Edificio municipal. Cinco millones de euros por un edificio inexistente. Quizás, la problemática del edificio municipal ha sido el episodio más llamativo de estos primeros cien días que cumple Francisco Guarido como alcalde. El regidor se propuso explicar a los zamoranos la situación de este pozo sin fondo y el resultado fue esa desorbitada cifra resultante de un largo proceso de indemnizaciones, abono de costas e intereses de demora. «Un completo desastre económico para las nada abundantes arcas del Ayuntamiento de Zamora», explicaba Guarido el pasado mes de agosto.

Participación. El Ayuntamiento de Zamora es de los zamoranos. Esa es la idea planteada por Izquierda Unida y PSOE, un equipo de gobierno que tiende la mano a los ciudadanos para que colaboren en temas de «especial trascendencia» o para que «participen» en los Plenos municipales. Nada de eso, no obstante, ha llegado aún a la Casa de las Panaderas. Y todo ello pese a que la «necesaria» participación ciudadana» era el segundo principio en que se inspiraba el pacto de gobierno.

Contratos. Servicios como el alumbrado público, el mantenimiento de parques y jardines, la zona azul o los aparcamientos subterráneos han salido a la palestra durante los primeros meses de mandato de Izquierda Unida. El alcalde, Francisco Guarido, ha denunciado en numerosas ocasiones que estos contratos están caducados desde hace años y por ello urge ponerlos al día. Según ha comentado, los técnicos del Ayuntamiento de Zamora trabajan ya en el tema para tener los pliegos listos cuanto antes. Aunque, como ha asegurado, los funcionarios «parten prácticamente desde cero» en todos ellos.

Enfrentamientos. La nueva situación municipal, con un alcalde de Izquierda Unida y un Partido Popular relegado al papel de oposición, ha provocado numerosos enfrentamientos entre ambas formaciones a lo largo de estos cien días. El partido encabezado en el Ayuntamiento de Zamora por Clara San Damián ha mostrado su malestar en varias ocasiones aduciendo un «desgobierno» municipal fruto del pacto entre IU y PSOE. Unas críticas que han sido respondidas desde la Alcaldía haciendo siempre referencia a los últimos años de gobierno popular a cargo de Rosa Valdeón.

Cronología

Investidura y recado a la oposición. El 13 de junio Francisco Guarido tomaba el bastón de mando de la ciudad con los ocho votos a favor de Izquierda Unida, tres del PSOE y dos de los ediles no adscritos. En su discurso de investidura, el nuevo alcalde mandó el primer «recado» al Partido Popular. «En mi mandato existirá una diferencia con el pasado: no habrá trabas a la labor de oposición, no habrá falta de información ni caminos tortuosos para llegar a los expedientes. No pienso repetir la historia. Creo que los grupos no deben boicotear ni ralentizar las políticas que se propongan», explicó el recién elegido regidor de la capital.

Primera polémica. La apertura de las piscinas municipales estaba prevista para el día 24 de junio. Sin embargo, en esa fecha el equipo de gobierno anunció que no estaban preparadas para dar el servicio a los ciudadanos. El Partido Popular tomó la delantera e hizo su primer ataque frontal contra los nuevos moradores de la Casa de las Panaderas. «Han retrasado la apertura de las piscinas de Higueras y Ciudad Deportiva. Aún no han dado a conocer la estructura de gobierno, pese a que estaba pactada antes de la investidura. Es un síntoma de desgobierno y abandono total de los servicios. Algo inaudito», decía el Partido Popular

Apertura de cajones. Lo dijo Francisco Guarido cuando se supo alcalde y así lo hizo. A primeros del mes de julio, tanto el regidor como su equipo de gobierno comenzaron a «abrir los cajones» del Ayuntamiento de Zamora para ver en qué situación se encontraba. El resultado, informó Guarido, era «caótico». Entre los diferentes asuntos destacaba la problemática del edificio municipal. A lo largo de una semana, Guarido fue cifrando el coste total de esta operación para un edificio inexistente. La cifra inicial eran cuatro millones de euros, aunque finalmente se cerró en más de cinco. «Un desastre económico», reconocía el alcalde.

Batallas institucionales. Pese a que en un principio las relaciones entre Ayuntamiento, Diputación Provincial y Junta de Castilla y León parecían muy amables, pronto comenzaron las desavenencias. El alcalde y la presidenta de la Diputación, Mayte Martín Pozo, confrontaron recientemente por la colaboración o no entre ambas instituciones para una programación conjunta en el Teatro Principal y el Ramos Carrión. La relación con la Junta de Castilla y León no es menos tirante y los dardos entre Guarido y Alberto Castro han sido continuos en las últimas semanas, especialmente en lo relativo al «agujero» del Palacio de Congresos.