El ministro de Interior, Jorge Fernández Díez, reiteró que el Gobierno espera "la incondicional disolución" de ETA, que "ha sido derrotada porque el Estado de Derecho nunca se doblegó y funcionó hasta conseguir su derrota policial", manifestaciones que realizó durante el homenaje al zamorano asesinado por ETA Ángel Jesús Mota Iglesias y otras tres víctimas en 1990. El ministro, que recordó a los muertos a manos de ETA en un acto en la cárcel de Martutene de San Sebastián, donde trabajaba el zamorano, anunció la próxima puesta en marcha del Centro Memorial de la Víctimas del Terrorismo, en Vitoria, porque "no habrá una memoria justa, si no hay una total deslegitimación del terrorismo y todas sus complicaciones".

El zamorano fue asesinado por la banda terrorista el 13 de marzo de 1990, a los 31 años de edad, casado y con un hijo de 5 meses y una hija de año y medio, había nacido en Zamora, pero vivía en San Sebastián desde los dos años de edad, a donde fue trasladado su padre, también funcionario de prisiones. Junto a esta víctima de ETA, el ministro recordó a otras dos, José Ramón Domínguez Burillo y Francisco Gómez Elósegui, funcionarios de Martutene.

Hermanos de los tres asesinados por ETA estuvieron en el reconocimiento, al que acudieron el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste; el delegado de Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo; la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco, y la directora general de Apoyo a Víctimas del Terrorismo, Sonia Ramos.