Zamora cerró el pasado año con 279 rupturas matrimoniales, la mayoría de las cuales se corresponde con los divorcios, 257 que repuntan en más de una treintena con respecto a los doce meses anteriores y se sitúan en niveles de 2011. Tan solo hubo una nulidad matrimonial, mientras que las separaciones han pasado a ser también un fenómeno casi testimonial, 21. Hace una década las separaciones casi duplicaban a los divorcios en Zamora, pero a partir de 2006 esta última fórmula de rupturas matrimoniales fue la que triunfó. La cifra global de rupturas matrimoniales, no obstante, ha decrecido seguramente como consecuencia de la crisis: en 2007 hubo 371, mientras el pasado año se quedaron en 279, dos de ellos entre matrimonios del mismo sexo.

La mayoría de los divorcios son de mutuo acuerdo, 193, frente a los contenciosos que se quedaron en 64. En 101 casos no había descendencia por medio, pero en 75 si existía un menor, el 14 un solo hijo mayor de edad y en otros 68 divorcios dos o más hijos.

Las parejas que rompen optan mayoritariamente por el divorcio directo, y solo en 21 casos hubo separación previa. En general la edad de los divorciados es mayor que la de las divorciadas. Así, entre ellos no hubo el pasado año ninguno menor de 24 años; 133 tenían entre 25 y 44 años, 110 entre 45 y 64 y doce superaban los 65 años. Entre ellas, sin embargo, había seis menores de 24 años, 155 entre 25 y 44 años, 88 entre 45 y 64 y siete mayor de 65 años. La gran mayoría de los divorcios se producen entre parejas españolas (sólo hubo 15 extranjeros) y predominan los que no habían contraído un matrimonio anterior.

En los casos en que había pensión compensatoria recayó sobre todo en el esposo (29 casos frente a cuatro) y lo mismo ocurrió con la pensión alimenticia (123 a 15). La custodia de los hijos recae sobre todo en la madre (105 casos), fue compartida en 17 divorcios y para el padre en 12.