El certificado de la inspección técnica de la ITV que presentó a la Guardia Civil tenía fechas de tres años diferentes, la más reciente la del año 2011, justo la que parece haberse falsificado para poder continuar circulando con el vehículo sin haber pasado el control obligatorio. Por ello, el camionero que iba al volante se enfrenta a un año y seis meses de prisión por un delito de falsedad en documento público y al pago de una multa de 1.620 euros, penas que la Fiscalía mantuvo ayer en el juicio celebrado en ausencia del acusado en el Juzgado de lo Penal.

El profesional del transporte había pasado la ITV en Orense en los dos años precedentes a la fecha en la que le interceptó la Guardia Civil, en julio de 2011, este sello levantó las sospechas de los agentes, que tras efectuar las correspondientes pesquisas le acusaron de haber falsificado el informe técnico.

La Fiscalía mantuvo ayer la acusación, máxime después de que el procesado no se presentara a la vista oral, a pesar de lo cual la juez decidió celebrarla. No tener la ITV en regla está considerado un atentado contra la seguridad vial, por lo que se castiga con multas que pueden oscilar entre los 200 euros, para los que circulan con ella caducada, y de 500 euros, para aquellos que la hacen con la ITV negativa. Además, los agentes de Tráfico pueden precintar el vehículo por no ser apto para circular. En cuanto al delito de falsedad en documento público, el Código Penal establece penas de prisión de seis meses a tres años para los que usen sellos, como es el caso. La Fiscalía deja la pena para el conductor luso en un año y medio.

Hurtos

Por otro lado, dos ancianos víctimas de sendos hurtos no pudieron reconocer ayer en el juicio al presunto autor, acusado de robarle al hombre una cadena de oro, una cruz y una placa de oro que llevaba al cuello, para lo que simuló que le había defecado un pájaro echándole sin ser visto un líquido por la espalda, al objeto de quitarle las joyas mientras fingía limpiarle. El imputado, que negó los hechos, robó a la otra anciana un cordón de oro, una medalla, una cruz y un ojo griego con la misma artimaña. Al procesado, de nacionalidad extranjera, se le imputan dos delitos de hurto.