En los tiempos en los que Andrés Luis Calvo estaba al frente del Ayuntamiento de Zamora el regidor tuvo que dictar un bando para que les permitieran bailar en las calles. En 1991 dejaron su local para animar la vía y hacer bailar al público e incluso contaron con la presencia de informantes que cantaron y tocaron instrumentos. Los miembros de la Asociación Etnográfica Bajo Duero ayer volvieron a danzar en la Plaza Mayor, a pie de baldosa, movidos por el deseo de que los zamoranos que les ven sobre un escenario se animen también a bailar. "Queremos que el público deje de serlo y baile. Que dance tanto el que sabe bailar como el que no, y que toquen los que saben y los que no", indican desde Bajo Duero. Y para acabar con ese límite entre público y folclorista, los integrantes del colectivo acudieron ayer despojados de sus trajes tradicionales, de calle "para ser todos iguales".

En esta primera sesión de "Baile para todos" optaron por piezas participativas donde la cantante indicaba qué tenían que hacer los danzantes y también por bailes conocidos por muchos, como la jota y el charro de Palazuelo de las Cuevas o de Cerezal de Aliste sin pasar por alto alguna propuesta mirandesa, pasos sencillos aptos para niños y mayores.

Beatriz de la Fuente se animó a participar en varias piezas, tras conocer la iniciativa a través de Facebook. "Me parece una idea fantástica el salir a la calle a bailar y a acercar el mundo del folclore a la población. Además es una manera de animar la vida en la calle porque en Zamora se hacen pocas cosas así", explica esta mujer que se está formando en la escuela del grupo Doña Urraca. Yolanda Concejo, profesora de Música tampoco se lo quiso perder. "Es una excelente iniciativa porque el folclore aúna danza y música, aspectos fundamentales en la cultura", comenta mientras que jóvenes, vinculados a Bajo Duero y otros que no, sacaban a bailar a personas que habían formado un amplio corro ante la Casa de las Panaderas.

Con algo de envidia observaba a los bailarines Rosa Pérez, a quien le gustaría dar algunos de los giros, pero "el corazón ya no me lo permite", esgrime para añadir que "es maravilloso ver a gente mayor y a niños bailando las mismas cosas". "El folclore no solo es cosa de los viejos", bromea un caballero ya jubilado.

La música también contó con colaboradores como Pedro del Río, un gaitero que se sumó a los músicos de Bajo Duero. "No pertenezco a ningún grupo. Me gusta tocar y mis hijos quería acudir, por lo que no me lo pensé", atestigua. La actividad "Baile para todos" volverá a repetirse los sábados de septiembre delante del edificio del Ayuntamiento a partir de las 19.00 horas.