La situación provocada en Cataluña con el adelanto electoral que solapa la consulta independentista es "grave y muy compleja" que debe terminar en una reforma de la Constitución "para mejorar el encaje" de esta comunidad autónoma y el resto, en palabras del portavoz del PSOE en el Congreso de los diputados.

-Artur Mas, arropado por 1,4 millones de catalanes, pide a Mariano Rajoy que no les trate como delincuentes, ¿el enfrentamiento entre ambos gobiernos ha abierto una brecha irreconciliable?

-Respetamos la manifestación del viernes en Cataluña y a esas miles de personas que acudieron, pero la solución no es ni la independencia ni la secesión que Mas propone, como tampoco el inmovilismo al que Rajoy ha sometido a esta crisis. Ese inmovilismo y la deriva secesionista de Mas es lo que ha profundizado en la brecha entre Cataluña y el resto de España. No creo que sea irreconciliable, tengo esperanzas y confío en la política, que es el instrumento que nos hemos dado en democracia, para arreglar los problemas.

-¿El debate nacionalista responde realmente a un sentimiento popular o es más un juego floral de los políticos?

-Mas ha creado el señuelo del independentismo para tapar su mala gestión, sus políticas impopulares de recortes sociales. Todas sus reivindicaciones independentistas tienen por objeto que los ciudadanos de Cataluña el 27-S no vean lo desastroso de su gobierno, ha sido un pésimo presidente. Y ha adelantado las elecciones con un objetivo electoral y partidista: salvarse a sí mismo. Le ha importado poco el sufrimiento de miles de catalanes.

-Más del 26% de los catalanes, un millón de ciudadanos, no ha decidido su voto y un 44% se decantaría por la independencia. No parece que el posicionamiento secesionista sea tan claro, ¿hay que preocuparse tanto?

-La situación es grave y muy compleja, no le quitemos hierro, es un desafío. El 27-S hay una gran oportunidad para buscar una solución y no está en ninguno de los dos extremos: ni en la táctica que representa Mas, usando a unos catalanes contra otros; ni en la de Rajoy, usando a Cataluña contra el resto de España. La solución vendrá de una España mejor, en la que Cataluña y el resto de comunidades se sientan más reconocidas.

-¿Debe ser un arma la reforma constitucional para canalizar estos movimientos nacionalistas e independentistas?

-El PSOE tiene claro que este no es un debate nominalista y creemos que la solución no vendrá de la mano de si reconocemos o no que Cataluña es una nación, ese no es el problema, es de derechos, de encaje, de reformas, cambios que proponemos todos los socialistas. Es necesaria una reforma constitucional para mejorar el encaje de Cataluña y del resto de comunidades, un pacto con todos los partidos políticos. Es una pena que el PP sea tan poco serio en este asunto, básico para un país.

-Pedro Sánchez habla de reconocer la singularidad de Cataluña, ¿dónde queda el discurso de 2012 sobre el federalismo asimétrico que reclamaban para reconocerla como nación?

-Nuestro planteamiento es el mismo que en 2012, cuando todos los socialistas aprobamos el documento de Granada, todos estamos de acuerdo, extremeños, catalanes, castellanoleoneses?, abogamos por esa reforma constitucional que reconozca las singularidades, no la desigualdad porque no creemos en ella. No hemos cambiado el discurso

-¿Tanto miedo les da ahora pronunciar la palabra nación?

-No. Es el propio Tribunal Constitucional el que dijo reconocer que los catalanes se sentían como una nación, pero que eso no tenía ningún afecto legal. Respetamos el que haya catalanes que se sientan como nación, pero la solución no creemos que vaya por ahí, sino por reconocer la singularidad.

-La acogida de refugiados sirios, ¿ha despertado la xenofobia que creíamos olvidada?, ¿existe el riesgo del resurgimiento de los fascismos?

-Al revés, creo que ha despertado un inmenso caudal de solidaridad de todos los ciudadanos de Europa, de municipios y ciudades de toda España, quizás porque hemos visto reflejado en ellos, que huyen de la muerte y a veces pierden la vida, nuestro pasado muy reciente, cuando eran nuestros abuelos y bisabuelos los que huían. Es una pena que haya habido miembros del Gobierno central del PP, como el ministro de Interior o el vicesecretario de Política Sectorial del PP, Javier Maroto, asimilando a los refugiados sirios con terroristas. Eso sí me parece indecente y puede despertar en un momento dado reacciones de xenofobia, por eso hemos pedido a Rajoy que desautorice declaraciones como esas.

-Occidente podría haber evitado tanta muerte y sufrimiento mucho ante en un conflicto que dura cuatro años, ¿no cree?

-Por supuesto que sí. La respuesta de la UE es muy tardía, tenía que haber reaccionado hace meses, enfocando de otra manera el conflicto sirio y poniendo medidas para no asistir al drama humano actual. La UE está en número rojos con los derechos humanos y debe poner remedio ya. Debe tomar cartas en el asunto y pedirle a otros países que cumplan con su deber de solidaridad. Esta crisis, que puede acabar con la UE, es de solidaridad no de cifras.

-¿Qué le diría a la ministra de Empleo, con la que ha coincidido en Zamora?

-Que la reforma laboral es una máquina de hacer trabajadores pobres: ha bajado los salarios y dividido el tiempo de trabajo entre más ciudadanos, no crea empleo. Tiene efectos negativos en las pensiones, debilita la hucha y el futuro de las pensiones porque las cotizaciones son muy bajas. Y están los jóvenes que emigran, es un drama que Zamora, entre otras provincias, sufre desde hace más tiempo. La generación mejor preparada de la historia de España está poniendo copas en bares de Europa. Nosotros nos comprometemos a crear un Estatuto de los Trabajadores que genere empleos dignos, con derechos.

-La unión bancaria que la UE está fraguando, ¿ayudará a salir de la crisis?

-La mayor integración en nuestros sistemas financiero y fiscal es necesaria en la UE en todos los aspectos. Tenemos que pasar de un mercado común europeo, con la libre circulación de mercancías y personas, a una auténtica integración fiscal y financiera. Ojalá la velocidad sea más rápida. Tendrá repercusión en la estabilidad financiera de la UE.

-La última encuesta del CIS les sitúa a casi 4 puntos del PP, ni siquiera el desgaste del Gobierno de Rajoy les permite acortar distancia, ¿por qué el PSOE no logra recuperar votantes?

-Otra de un periódico nos situaba un punto por encima del PP. La tendencia es indiscutible: un PSOE en alza y un PP derrumbándose a marchas forzadas. La pregunta que los electores deben hacerse es si queremos tener un presidente del siglo XXI o uno del siglo XX y que representa el pasado como es Mariano Rajoy.

-Solo un pacto con Podemos sería la alternativa a ese PP y les daría la mayoría de gobierno, ¿veremos esa coalición?

-Salimos a ganar y creemos que podemos ganarlas si recuperamos la confianza de mucha gente que quiere ver al mejor PSOE, al que ha cambiado este país y, a lo mejor hemos cometido algún error, pero que sería una pena que por ello permitiesen que el PP se mantuviera en el Gobierno.

-O sea, ¿no van a pactar?

-Estamos dispuestos a llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas con todas las que quieran derogar la reforma laboral, la Ley Wert, la Ley Mordaza, la cadena perpetua. Una de las virtudes entre comillas del PP es haber puesto a toda la oposición de acuerdo contra ellos, no podrá llegar a acuerdos con nadie.

-¿Cómo valora esta renovación del PP, con jóvenes al frente de parte de la cúpula?, ¿pueden dar un impulso hacia delante al partido?

-Son jóvenes con discursos muy viejos porque Maroto, que es una de las jóvenes promesas del PP, comparó a los refugiados con terroristas yihadistas, por tanto, son jóvenes que en cuanto se profundiza un poco demuestran que tienen discursos muy viejos.

-Si el alcalde de Tordesillas apoya el Toro de la Vega no lo hace en nombre del PSOE, ha dicho Pedro Sánchez. Tudanca ha dicho que se debería hacer un plebiscito para que decidan los ciudadanos sobre la continuidad del festejo, ¿qué opina usted?

-La posición de Pedro Sánchez no ha cambiado desde el viernes y la de Luis Tudanca tampoco. Yo me remito a la exposición que ambos han manifestado. Estoy de acuerdo con el secretario general del PSOE, pero respeto la posición de Tudanca.