Las canteras que abastecían de piedra los monasterios medievales debían estar en el entorno inmediato por las dificultades que conllevaba el transporte en la antigüedad. Sin embargo, otros minerales como la sal procedían de las concentraciones más importantes, por lejos que estuvieran. El caso de la sal de Villafáfila y su vinculación con el monasterio de Santa María de Moreruela es un caso evidente. "El mineral era esencial en la a alimentación", confirma la arqueóloga territorial Hortensia Larrén.

El trabajo elaborado para identificar el origen de la extracción de recursos mineros que han llevado a cabo Hortensia Larrén y Fernando Miguel "continuará" en el futuro para tratar de aportar más información a este aspecto original, escasamente estudiado hasta la fecha. "Queremos ampliar el número de canteras de procedencia de la piedra de San Martín de Castañeda y estudiar igualmente el desaparecido monasterio de Valparaíso", explican.

Para llevarlo a cabo, los investigadores aunarán, como hasta la fecha, el análisis de las fuentes, que "son fundamentales", con "el trabajo de campo, puro y duro". Los nuevos datos permitirán ampliar el conocimiento sobre varios de los edificios medievales más emblemáticos de Zamora.