El delegado diocesano de Patrimonio y Cultura, José Ángel Rivera de las Heras, se perfila como el comisario de la edición de Las Edades del Hombre que se desarrollará en Toro el próximo año. Así se desprende de las declaraciones realizadas ayer por obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, quien anunció que ese puesto lo ocupará "un zamorano" y añadió, esbozando una sonrisa,: "Será un zamorano que sea un buen experto en arte", aunque rehusó pronunciar el nombre del párroco de San Frontis.

El equipo de trabajo de la edición toresana ya está perfilado, aunque oficialmente no se ha producido el nombramiento. Además, el director del Museo Diocesano y del Catedralicio ha colaborado activamente en la selección de las obras que han participado en las últimas citas de la muestra sacra. En cuanto al contenido temático y a las fechas de la exposición toresana, Martínez Sacristán subrayó que "todavía es muy pronto para conocer tanto las fechas como la temática".

Por otro lado, el obispo de Zamora realizó un llamamiento a las comunidades religiosas y a los fieles para "acoger al máximo número de refugiados sirios. Hay que movilizarse ante esta barbarie". "Me sumo al llamamiento del papa y si no lo hubiera hecho yo", atestiguó a la par que rehusó realizar alguna valoración sobre la reforma de la nulidad del matrimonio, decretada por Francisco, dado que "todavía no he podido leer el documento". El obispo de Zamora realizó estas declaraciones minutos antes de recibir la medalla de honor de la Cofradía de la Virgen de la Concha.

El máximo responsable de la diócesis estuvo acompañado en San Vicente por numerosos fieles que abarrotaron San Vicente, por parte de la curia diocesana, autoridades civiles y militares así como representante de la Junta pro Semana Santa y cofradías.

El acto comenzó con una breve procesión abierta por el pendón de la Cofradía y en la que el obispo llevaba el bastón del presidente. A continuación el secretario de la Concha leyó el acta en la que la hermandad aprobaba el reconocimiento y el presidente de la cofradía, Florián Ferrero, dirigió unas palabras a los presentes. En su alocución Ferrero, junto a los pies de la Concha, recordó que la Virgen porta "símbolos concejiles", como la bandera de la ciudad en su mano y "la medalla de concejal que hoy luce en su pecho". Aludió a que la Concha "desde hace 953 años es refugio, auxilio y esperanza de toda Zamora" y " quién mejor que nuestro obispo para recibir la mayor de las distinciones de la cofradía". Aludió a que la cofradía "ha contado siempre con su apoyo" como, entre otros momentos, cuando se dedicó el nuevo altar en San Antolín, sede canóniga de la cofradía.

Por su parte, Gregorio Martínez agradeció "de manera sincera y verdadera" la medalla y remarcó: "Nunca he tenido un problema con la Concha", deseó que "esta cofradía sea ejemplar, laboriosa y trabajadora por el bien de todos los zamoranos". Afirmó que su corazón "está lleno de amor a Zamora y a los zamoranos". El prelado concluyó la intervención con un "¡Viva la Virgen de la Concha! y ¡Viva Zamora!, refrendado con aplausos, al tiempo que una feligresa gritó: ¡Viva el obispo!