La imposición de la medalla de la cofradía al obispo, Gregorio Martínez Sacristán, dentro de los actos religiosos de esta tarde y el concierto de la Banda de Zamora en la plaza de la Marina ponen fin a las fiestas de La Concha, que han reunido la oración e iniciativas de carácter lúdico que han congregado a miles de personas, dentro y fuera de los templos.

Después de la procesión de ayer -una de las manifestaciones centrales de la fiesta- las miradas están puestas en la imposición de la medalla de la Cofradía de la Concha. Este año, el reconocimiento estará dirigido al Obispado de Zamora en la persona del titular de la diócesis, Gregorio Martínez Sacristán. La distinción forma parte del homenaje que La Concha viene dirigiendo a los responsables de las instituciones clave en la historia de la hermandad.

Así, en los últimos años, la medalla ha sido impuesta a cuerpos como la Guardia Civil, la Policía Municipal, la Junta de Castilla y León y la asociación Tradición y Música Popular. A diferencia de años anteriores, la entrega se realizará en la iglesia de San Vicente, a las 20.00 horas.

La imposición forma parte de los actos del cierre, que incluirán también una misa en el templo románico. La música de la Banda de Zamora echará el telón a diez intensos días en los que la devoción, y también la solidaridad, han sido los protagonistas. Las antiguas fiestas de septiembre recobran el pulso en la capital.