«Engancha porque ya no se hacen las típicas toallas, sino cosas que podemos lucir, como joyas, adornos para la ropa o bolsos». La lista es muy amplia, como enumera la presidenta de la Asociación de Encajeras de Zamora, Pilar Macías, que un año más puede calificar de éxito el encuentro nacional que acogió ayer el Colegio Universitario. Cerca de 250 mujeres de Castilla y León, Madrid, Barcelona, País Vasco o Galicia, pusieron en común su pasión por los bolillos y descubrieron las últimas tendencias.

Las nuevas tecnologías también se han hecho un hueco en esta tradicional labor y ayer eran muchas las que enseñaban a sus compañeras, a través de las fotografías de los móviles, sus últimas creaciones. Durante toda la mañana, las participantes se afanaron en mostrar en directo cómo se realiza una de las labores con más solera y tradición. Eran muchos, además, los que se acercaban a disfrutar y descubrir una afición que cada día atrae a gente más joven.

Macías reconoce que lo que más sorprende a quien todavía no se ha enfrentado a los bolillos es «la cantidad de alfileres con las que se trabaja. Les maravilla que con esa cantidad de hilos entrelazados hagamos lo que hacemos», explica. «No es nada complicado, en un mes puedes aprender a manejarlos y el límite al final se lo pone uno mismo, siempre se está aprendiendo», anima.

El colofón del encuentro lo puso, como en ediciones anteriores, una comida de hermandad, que este año llevó a las participantes a Villaralbo. «Queremos que también conozcan la provincia», justificó la presidenta, quien pronto comenzará con los preparativos de la próxima edición.