La muestra de Las Edades del Hombre que Zamora acogió en el año 2001 bajo el título Remembranza forma parte de un cúmulo de novedades que contribuyeron a la modernización de la ciudad, recién estrenado el nuevo milenio. Los empresarios locales -en particular el sector del comercio, la hostelería y la hotelería- acogió la cita como una oportunidad para el despegue de la capital, que finalmente superó los 500.000 visitantes y supuso un impulso a la promoción de la ciudad.

La eclosión de la Semana Santa en los años noventa presagiaban un despegue turístico que hacía necesaria la modernización y ampliación de plazas hoteleras, una realidad lastrada por el cierre de algunos de los hoteles emblemáticos de la capital. En una estrecha horquilla temporal, la modernización de algunos establecimientos con solera y la aparición de nuevos complejos impulsaron un proceso que se vio completado con la mejora urbanística del centro histórico.

La cita de 2006 en Toro tendrá una repercusión segura en la capital, dada la escala y el tamaño de los servicios hoteleros de la ciudad del vino. Ese es el hueco que la capital quiere aprovechar con la oferta de un calendario de actividades que, en todo caso, no choque con la muestra de Toro, auténtica protagonista de la próxima edición de las Edades del Hombre.