Las víctimas de violencia de género, la lucha contra la trata de mujeres para la prostitución, contra los grupos organizados dedicados a esa actividad delictiva y "la protección a los colectivos más vulnerables como los niños y los ancianos" serán las "prioridades" para el nuevo jefe de la Comisaría de Zamora, Clemente Castaño, que tomó ayer posesión de su cargo en la sede de la Subdelegación del Gobierno.

El responsable de la Policía Nacional en la capital, que aspira a crear "un equipo donde la confianza, la cooperación y comunicación sean los ejes" del trabajo diario, se comprometió a tramitar todos los casos de violencia de género "con rigor y profesionalidad", siendo "cuidadosos y diligentes con las víctimas". En cuanto a la prostitución, Castaño se marcó como meta "mejorar la prevención e investigación de la trata de seres humanos, de mujeres", para lo que utilizará la "coerción sobre aquellos establecimientos y lugares donde se ejerza" la prostitución. Todo ello, sin dejar de lado la localización de los grupos organizados y el impulso a la "investigación del blanqueo de capitales" que derivan de esa actividad delictiva.

Una tarea en la que no olvidó la necesaria colaboración con las policías de los países de origen de esas mujeres a las que, con promesas de un puesto de trabajo, se les introduce en España para explotarlas en clubs de alterne y pisos bajo amenazas, "anulando su condición humana hasta convertirlas en verdaderas esclavas". El nuevo comisario, que no pretende tener "superpolicías", sino agentes que actúen como "diligentes profesionales" que trabajan "con rigor para dar un mejor servicio de seguridad a los zamoranos", apeló a la "colaboración, frente a la competitividad, con la Guardia Civil y la Policía Municipal", así como con la policía portuguesa "para luchar contra la criminalidad organizada que no entiende de rayas".

"El respeto y la subordinación" regirán las relaciones con los jueces y tribunales de la provincia, con los que confía en que haya "un acercamiento mutuo" para ofrecer los conocimientos de la policía a la instrucción judicial. Castaño -arropado por las autoridades locales y provinciales de Zamora y Salamanca, por diputados nacionales, por representes de la Guardia Civil y de la Policía Municipal de esas dos ciudades- se ofreció a los sindicatos policiales, "como interlocutor directo y personal" para solventar los problemas.

De su "dilatada experiencia" y "dedicación" a la labor policial habló el subdelegado del Gobierno en Zamora, Jerónimo García Bermejo, quien no dudó en afirmar que "es un privilegio contar contigo" y que los zamoranos "están en buenas manos, su seguridad cuenta hoy con un magnífico director". Bermejo, que alabó a los profesionales de la Comisaría de la capital, aprovechó para animarles a seguir trabajando "para superar los ya inmejorables" resultados que hacen de Zamora la ciudad más segura de Castilla y León. Recordó que los robos con violencia se han reducido en un 26% y los robos con fuerza, en un 13%. Instó a mantener "la unidad y la cooperación entre las Fuerzas de Seguridad que tan buenos resultados han ofrecido". Finalizó recordando al comisario saliente, Antonio Ramírez, ahora con destino en Cádiz, a quien agradeció su dedicación, "dejas el listón muy alto".

El jefe de la Policía Nacional en Castilla y León, el zamorano Javier Peña, fue el encargado de presentar al nuevo comisario, del que destacó "su excepcional personalidad", profesional "callado, abnegado y eficaz" en más de 40 años de servicio, "preocupado siempre por la seguridad pública", en la que "has aportado más que un granito de arena", "con gran rigor y lealtad institucional". Peña hizo un repaso a la amplísima carrera profesional de Castaño, tras subrayar que "te has comportado de forma valiente, como los buenos, y humilde, como los grandes".

El comisario prometió relaciones fluidas y abiertas con los medios de comunicación, "siempre respetando el secreto" sobre la investigación judicial.