La temporada de rebajas veraniegas ha terminado como empezó: floja. Los comerciantes dicen adiós a los tradicionales meses de descuentos estivales con un sabor "agridulce", según confirma el presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios del Comercio, José María Esbec. En líneas generales, aseguran desde Azeco, "se han cubierto las previsiones que teníamos", unas previsiones muy poco optimistas. Eso sí, no se ha alcanzado el objetivo marcado, que se traducía en un incremento del nivel de ventas de alrededor de un 5%.

Pese a todo, asegura Esbec, las rebajas no han sido tan malas como en años anteriores. El sector ya está acostumbrado a una situación que se repite desde hace varios años y que destaca por una alarmante restricción del consumo entre los compradores zamoranos. "Esperábamos más, pero no podemos ser negativos visto el lugar desde el que veníamos", zanja el presidente de Azeco.

Lo cierto es que, vistos los resultados de las últimas semanas, el comercio zamorano se ha resignado y ha dicho definitivamente adiós a los periodos de rebajas que se registraban hace años. "La gente compra lo que necesita y va cubriendo sus necesidades durante la temporada sin necesidad de acudir a los periodos de rebajas". Las compras "por ocio" están, por tanto, en vías de extinción vista la situación económica que aún soportan muchos zamoranos.

Esbec asevera que el efecto llamada de las rebajas, tanto las de verano como las de invierno, "se ha perdido". Los periodos de promociones están liberalizados desde hace ya varios años, algo que posibilita a los comercios la decisión de ofrecer descuentos a sus compradores cuando lo estimen oportuno. "Es algo que beneficia sobre todo a las grandes marcas y cadenas comerciales", apostilla el presidente de los comerciantes zamoranos. De hecho, desde Azeco ya se han posicionado en contra de la liberación en repetidas ocasiones porque, aseguran desde la patronal del comercio, "confunde al consumidor y perjudica a los comerciantes, que pierden casi toda la capacidad de atracción por las rebajas".

Esbec asegura que la mayor parte de las ventas se concentraron en las dos primeras semanas de julio. Sin embargo, no fue suficiente para que la temporada de rebajas superara las cifras del año pasado. "Ni mucho menos vimos un estallido de clientes como pasaba antes. Ahora la gente sabe que si no es el primer día, el producto que buscan podrá comprarse más adelante porque no se va a acabar. Es el propio consumidor el que se va acomodando". Además hay que tener en cuenta que muchos comerciantes aprovecharon la semana de San Pedro para adelantar sus periodos de promociones.

Con las rebajas de verano ya cerradas, el sector encara ahora el final del año con la vista puesta en la temporada navideña como próxima gran atracción de clientes. Los meses que separan septiembre de noviembre serán "complicados", asumen desde Azeco, "aunque esperamos que, este año sí, remonten las ventas en la campaña de Navidad".