El Instituto Anatómico Forense de Madrid analizará los restos óseos humanos, parte del cráneo, de la mandíbula y un fémur, hallados al pie de la muralla, en la avenida de la Feria, en la mañana de ayer, y que parecen ser antiguos, según las fuentes consultadas por este diario.

El hallazgo tuvo lugar hacia las 9.30 horas. La sorpresa fue mayúscula para los participantes en un taller de limpieza que adecentaban la zona más cercana a la fortaleza, en el solar del último tramo que se ha liberado tras el derribo de las construcciones anejas a la construcción medieval, aproximadamente frente a la calle Puentica.

Fue desde la Concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Zamora, que organiza el mencionado taller, desde dónde la Policía Municipal recibió una llamada para solicitar su presencia ante tan insólito descubrimiento. Insólito porque en esta parte de la muralla y en sus inmediaciones se desconoce que hubiera habido edificaciones funerarias antiguas o iglesias que pudieran explicar la aparición de parte de un cuerpo humano.

Los agentes municipales se personaron de inmediato en la zona, no sin dar aviso a la Policía Nacional, que trasladó a una patrulla y a integrantes de la policía científica para realizar una primera inspección ocular y análisis del hallazgo. Los restos permanecieron en el lugar exacto en el que se descubrieron hasta que llegó el forense de los juzgados de la capital, por si pudieran tener relación con algún suceso reciente, lo que se descartó pronto.

Igualmente se efectuó una llamada al departamento de Patrimonio de la Junta de Castilla y León para comunicar a los arqueólogos que se acababan de encontrar huesos humanos.

Concluidas todas las formalidades necesarias para poder recoger el cráneo, la mandíbula y el fémur, los agentes de la policía científica de la Comisaría de Zamora fueron los encargados de extraerlos y custodiarlos para remitirlos a la Comisaría General de Madrid, donde sus homólogos los recibirán para remitirlos al Instituto Anatómico Forense.

El pertinente examen patológico de los huesos podrá datar la fecha aproximada de nacimiento de la persona a la que pertenecen y la de su muerte. Mucho más difícil será determinar cómo pudo producirse su fallecimiento, salvo que en los restos óseos pueda existir alguna señal indicativa, lo que parece improbable al tratarse solo de partes del cráneo, de la mandíbula y de los huesos de una sola pierna. Los agentes permanecieron en el lugar del hallazgo hasta casi media mañana, tiempo que tardaron en efectuarse las labores de exhumación, que efectuaron agentes de la científica bajo la supervisión del forense.