Aunque la recuperación está siendo dura y va paso a paso, Amel, la perra lapidada en Bermillo continúa evolucionando favorablemente aunque aún no puede considerarse que esté del todo fuera de peligro.

La pequeña, de solo ocho meses, se está adaptando a su nueva situación física ya que, debido a las lesiones, ha perdido la vista en ambos ojos y tiene también problemas de olfato. Sus cuidadores ya la han sacado fuera de la clínica donde continúa curándose para que pueda ir recuperando, poco a poco, su rutina.