Más de un zamorano seguro que ha vivido alguna discusión, pitido o bronca en el céntrico semáforo de avenida Portugal, que conecta Santa Clara con la plaza de La Marina. Y es que la sincronización de los círculos de colores en ese tramo del centro de Zamora en ocasiones provoca conflictos entre viandantes y conductores. Una de estas discusiones ha acabado en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal ya que, tras subir demasiado de tono, ocasionó una pelea múltiple en la que finalmente tres jóvenes fueron condenado acusados de un delito de lesiones. Los tres hombres deberán pagar entre todos una multa que asciende a 1.170 euros.

Los tres jóvenes, cuyas iniciales corresponden a S. G. M. , J. G. M. y J. H. H., reconocieron los hechos ante la magistrada del Juzgado de lo Penal y además deberán de indemnizar al Sacyl en 875 euros por los gastos generados del tratamiento médico que tuvieron que recibir los lesionados. Y es que, la discusión subió tanto de tono que acabó con tres de los implicados en el hospital. El rifirrafe tuvo lugar entre unos de los jóvenes que iba a cruzar la calle y otros que circulaban en un coche en dirección a la avenida Portugal. Ambos se recriminaron que estaban incumpliendo las normas de circulación y llegaron a las manos.

El polémico ámbar

El incidente, que ocurrió hace ya varios meses, pone sobre la mesa la conflictividad de este semáforo. Y es que, los coches que giran a la izquierda desde la avenida Príncipe de Asturias, para bien bajar hacia la avenida Portugal o girar hacia la calle Ponce de Cabrera, se encuentran primero el semáforo en rojo. Momento en el que comienzan a pasar los peatones y en el que también el disco rojo se vuelve ámbar intermitente para que los coches puedan pasar con precaución. Cuando son pocos los peatones que van a cruzar la avenida Portugal, los conductores suelen ser pacientes pero el problema viene cuando son decenas las personas que cruzan. Y ahí, es el momento en el que o los peatones apuran, o los conductores son pacientes o más de uno intenta superar el paso con el consiguiente peligro de que alguna persona esté cruzando.

A la avenida Alfonso IX se accede girando a la derecha desde Príncipe de Asturias, aunque en este caso pasa algo parecido que con el semáforo que está enfrente de la Valenciana, los conflictos se minimizan al tener la señal para los peatones una cuenta atrás numérica. No obstante, este tramo de la calle hasta la plaza de Alemania se ha convertido en los últimos años en uno de los puntos negros de la capital zamorana, ya que sobre todo en el paso que está después de la calle Pablo Morillo se han producido varios incidentes. Muchos de ellos, atropellos leves, en los que no siempre los conductores fueron los culpables, sino que a veces los accidentes fueron a consecuencia de imprudencia de los peatones. Uno de los últimos accidentes más graves fue el del motorista arrollado por un vehículo, que provocó lesiones tan graves al joven de 26 años que le dejaron postrado en una silla de ruedas.

En el año 2009, el Ayuntamiento de Zamora colocó en la esquina de Alfonso IX y la avenida Príncipe de Asturias una cámara de vigilancia para controlar el tráfico ya que se consideró uno de los puntos de la ciudad con más circulación. Además de en esta localización, se dispuso otra cámara en la confluencia entre las avenidas de Requejo y Cardenal Cisneros.

Más allá de los problemas que pueda haber en este céntrico punto de la capital zamorana, la mejor receta para peatones y vehículos es respetar todas las señales de circulación para que no ocurra ningún incidente y además, tener un poco de paciencia.