Los propietarios de un establecimiento de copas de la capital zamorana denunciaron ayer a un hombre que en la madrugada del domingo abrió un extintor en el interior del establecimiento, cuanto en él había cerca de medio centenar de personas. El incidente, como relató el dueño del bar, ocurrió hacia las 4.30 horas de la mañana cuando el hombre sin mediar palabra abrió el extintor "y roció a la gente que había en el bar". Todos los clientes se vieron obligados a abandonar el local a consecuencia de la nube de polvo que se generó. "La gente sale a divertirse y alguno se pasa", suscribe el dueño del local, que todavía no ha podido hacer un cálculo de los daños económicos que le haya podido ocasionar esta "gamberrada". Y es que, como indicó el hostelero, "está todo hecho un cristo". El polvo, además de cubrir todo el mobiliario del bar, alcanzó a los equipos de música, que quedaron completamente cubiertos con el material que lleva en su interior el extintor. "El problema ya no son los daños económicos, sino el perjuicio que se le hace al negocio", indicó el propietario, que destaca la gente viene aquí a "pasárselo bien".

Tras el incidente, el hombre abandonó el local y además "no era un cliente habitual", por lo que desconocen quién es el autor. La denuncia fue presentada ante la Policía Nacional, que será la encargada de investigar los hechos.