Alejandro Pérez Yeguas es un joven franciscano capuchino zamorano destinado en un convento de Córdoba, pero muy ligado a la Semana Santa. Durante estos días está realizando un encargo para la Cofradía de Jesús Nazareno: sustituir el suelo de corcho de los pasos de las Tres Marías y San Juan y de La Agonía. La Semana Santa y la restauración son otras de sus pasiones, además de su vivencia religiosa.

-Está atento al traslado de La Agonía desde el Museo de Semana Santa hasta la panera de Jesús Nazareno porque le toca cambiarle el suelo de corcho.

-He hecho ya lo mismo con el de las Tres Marías y San Juan, del que estoy finalizando el montaje para que de nuevo pueda estar en el Museo de Semana Santa. Y ahora me meto con el paso de La Agonía

-¿Por qué se utilizaba el corcho tan frecuentemente para imitar el suelo de tierra en los pasos?

-Sobre todo por facilidad. No hace falta tallar una cosa nueva y cubre muy rápido, con cuatro puntas tenías el suelo cubierto rapidísimamente con un efecto piedra.

-¿Y por qué entra ahora la fiebre de quitarlo?

-El problema de los corchos es que transmiten muchas enfermedades a la madera. Cogen mucho bicho y crean problema de xilófagos, carcomas. Entonces, bueno, la idea de Jesús Nazareno es sustuirlos por el suelo que quede mejor en el entorno de la imaginería.

-¿Que va a poner al suelo del paso de La Agonía en vez del corcho?

-Va a ser un suelo empedrado, todo de talla de madera, con una calavera y la túnica de Cristo a los pies.

-Sería la novedad la calavera.

-Sí. Antiguamente cuando estaba el grupo escultórico en San Juan tenía una calavera a los pies, el crucificado en el calvario. Sería recuperar la originalidad

-Vive en Córdoba. ¿está ahora de vacaciones?

-Estoy de vacaciones y espero que me dé tiempo a cambiar el suelo de los dos pasos. Muy contento, además y orgulloso porque es la cofradía de mi corazón, llevo mucho tiempo en ella, desde el día en que nací y ya digo es un orgullo para mi.

-¿Ha trabajado en algún elemento más de la imaginería zamorana?

-En Zamora tengo la cruz que cierra la procesión de las Siete Palabras, la cruz de penitencia. La doné a la Hermandad en 2011 por una promesa que hice al crucificado.

-¿Y fuera de Zamora?

-Tengo una Dolorosa en un pueblo de Cantabria y luego varios cuadros por algunos lugares de España, pero ya a nivel particular.

-Hay cierto debate ahora entre la imaginería andaluza y castellana, con esos nuevos cristos anatómicamente tan perfectos que vienen del sur.

-No tiene nada que ver. La perfección la tenemos aquí sin ir más lejos con el Cristo de la Agonía, que es uno de los grandes grupos escultóricos de Zamora. El Cristo es una maravilla. Estamos hablando de una imaginería de Ruiz de Zumeta que es una joya. Este paso es uno de mis preferidos y me ha impresionado mucho siempre el crucificado. Y la imaginería zamorana no tiene nada que envidiar a la andaluza. Yo que vivo en Córdoba puedo certificar que no tiene nada que ver. Hay cosas muy muy buenas, pero no tiene nada que ver una cosa con otra.

-¿Y cómo se vive la Pasión?

- Se vive de otra manera muy distinta. El fervor de allí es también muy pasional, de mucha devoción y también se vive durante todo el año. Por ejemplo en el convento mío tenemos dos hermandades y lo viven durante todo el año, la cofradía nunca está muerta, tienen muchísimo trabajo, mucha obra social. Y como aquí en Zamora, están vivas

-¿Por qué le dio por irse a Córdoba?

-Me envió la orden a la que pertenezco. Yo estaba en Salamanca y me destinaron a Córdoba.

-¿Por que se mete religioso?

-La vocación del señor que nos llama. Y uno está a gusto donde está. Dios me llamó por este camino y no lo cambio ahora mismo por nada.

-Y por lo que veo no le impide que siga con la escultura.

-Para nada

- ¿Su trabajo en el convento está relacionado con esta faceta?

-Soy el vestidor de la Divina Pastora y mi ocupación dentro del convento, aparte del estudio, porque estoy acabando la carrera para ordenarme sacerdote, es la iglesia, llevo mucho los temas de patrimonio y restauración. Me gradué en Salamanca en Restauración superior. Muchas obras de la Orden se las estoy restaurando yo, con lo que se ahorra mucho dinero, porque yo pongo la mano de obra y solo los materiales sale mucho más barato.