No se le escapa a nadie que la fiesta de los toros atraviesa unos momentos delicados, muy posiblemente los más delicados de su historia reciente. La corriente antitaurina ha cobrado muchísima fuerza en los últimos meses y los cambios de gobierno que se han dado en muchos ayuntamientos del país han posibilitado que las subvenciones a las corridas de toros y espectáculos taurinos en general se hayan reducido drásticamente cuando no eliminado. Tal es el caso de Zamora, donde el nuevo equipo de Gobierno ya dijo que, como llevaba en su programa, eliminaría las ayudas públicas a espectáculos taurinos. El debate está, una vez más, servido, y los aficionados temen que la restricción de las ayudas públicas tenga efectos negativos en las corridas de toros de San Pedro.

Según los datos facilitados por el Ayuntamiento, las arcas públicas municipales han destinado 133.330 euros a espectáculos taurinos desde el año 2010. Las ferias de 2010 y 2011 fueron las que más se llevaron, más de cien mil euros entre ambas. En 2012 se destinaron 8.000, 8.470 en 2013 (feria en la que Alberto Durán tomó la alternativa) y 15.120 para la pasada feria, en la que aumentaron el número de carteles y la calidad de los mismos. En 2014, nada.

El debate sobre si la cantidad es alta o baja está servido. "Aunque las subvenciones existen y posibilitan un mejor espectáculo, también hay que tener en cuenta el retorno económico que los toros tienen en la ciudad". Así se expresa Carlos Zúñiga, el empresario de la plaza de toros de Zamora. Es una realidad que en San Pedro, sobre todo el domingo 28, visitaron Zamora cientos de aficionados llegados desde otras provincias cercanas. "Gente que come en los restaurantes de la capital, sale a tomar algo a los bares y muchas veces pernocta en los hoteles, con la ganancia económica para la ciudad que ello tiene, muy superior al dinero destinado por el Ayuntamiento", subraya Zúñiga.

Pero, ¿habrían sido posibles unos carteles de la calidad de la última feria sin la ayuda del Ayuntamiento? Según el empresario, sí. "En el momento en que estamos las ayudas siempre son buenas, pero los carteles se hubieran dado seguro", apostilla el empresario. "Cuando contraté la plaza de Zamora lo hice con mucha ilusión, para dar a los zamoranos la feria que se merecían y nunca pensando en las subvenciones públicas. Mi intención es levantar la afición y la plaza". No obstante, un cierre continuado de las ayudas públicas debe llevar de la mano un cambio en la mentalidad del aficionado moderno, deseoso de ver a las grandes figuras del toreo en plazas de provincias. "Los toros no corren peligro, pero traer toreros fuertes solo va a ser rentable en ciertas plazas", apunta Zúñiga.

Dejando de lado los espectáculos que se dan dentro de la plaza, lo cierto es que la corriente antitaurina no está afectando al número de festejos que se vienen celebrando durante este año por la provincia. Lo confirma Antonio Boyano, ganadero y presidente de la plaza de toros de la capital. "Hemos pasado años malos, muy malos, en los que hemos tenido que tirar los precios". Sin embargo, la cabaña de bravo se ha estabilizado -había mucho sobrante como consecuencia de la reducción de festejos que trajo la crisis- y ahora "los precios se han recuperado", afirma el ganadero. "Este año se vende de todo, hay mucha demanda. De hecho, es complicado encontrar un utrero por menos de 2.000 euros y eso lo dice todo". Y si se vende es porque los festejos con animales bravos despiertan interés en los zamoranos. "A fecha de hoy, el número de festejos es mayor que el año pasado", asegura el ganadero.

Vistas las impresiones, parece que la corriente antitaurina bien puede ser un par de banderillas más que un puyazo para la celebración de espectáculos taurinos. El empresario de Zamora confirma que "este año está asistiendo la gente a los toros como nunca, la gente va, afición hay, pero siempre que los carteles apetezcan". Esto suscita un problema para los empresarios, "obligados a contar casi siempre" con las máximas figuras del escalafón.

Queda la cuestión sobre cómo defender la fiesta. Según el torero zamorano Alberto Durán, con unión en el sector. Unión pide también Antonio Boyano y "responsabilidad" demanda Zúñiga. Durán apunta que "puede que los taurinos estemos un poco acomplejados" vista la situación actual, "pero lo peor es que no estamos unidos. Aunque a las plazas vayan miles de personas, tienen más fuerza los pocos que están fuera protestando porque van todos a una, les hemos dejado ganar mucho terreno", asegura el matador. "Falta implicación de las figuras", asegura Durán. "Y de las figuras de la ganadería", añade Boyano. Ambos coinciden a la hora de censurar los "intereses políticos" que han llevado a prohibir las corridas de toros en varios territorios de España. "En Cataluña se echan 5.000 toros a la calle todos los años pero los 120 que se mataban en la Monumental son los únicos que preocupan", asegura el ganadero.

Lo cierto es que la fiesta de los toros atraviesa un momento clave y de su superación depende en buena parte el futuro que le espera. Ganadero, torero y empresario coinciden en pedir "libertad" para acudir y celebrar un espectáculo que es, ante todo, legal. "Puede que la fiesta de los toros tenga que morir, pero si lo hace que sea porque la gente deja de ir, no por los ataques de partidos políticos y colectivos más interesados en otras cosas", asegura Boyano. "No tienen ni idea de lo que es el mundo del toro, pretenden proteger a un animal y puede que lo que consigan sea acabar con él", zanja Alberto Durán.