Internet abrió ante ella un futuro profesional alejado de su faceta de periodista. La zamorana Elena Prieto Pérez ha aprovechado las nuevas tecnologías para poner en marcha un original sistema de aprendizaje de español (www.tuescueladeespanol.es) en el que a través de Skype y con clases totalmente personalizadas ofrece pautas sencillas para hacerse con el idioma. Consciente de que la manera en la que los españoles han aprendido en las últimas décadas la lengua de Shakespeare no es la correcta, a tenor de los resultados, esta profesora opta por priorizar la conversación para que sus alumnos, de lugares como Francia, Filipinas, Bélgica o Canadá, ganen en soltura desde la primera clase.

-¿Cómo surge la idea de lanzarse a iniciar su propio negocio?

-Tras realizar un curso de posgrado de Español para Extranjeros en la UNED, estuve mirando dónde podía dar clase. Un amigo tiene negocios online y me sugirió que montara algo así yo misma. Estuve estudiando la competencia y la verdad es que no hay mucha gente que ofrezca clases de español, aunque sí de inglés. Hay nicho de negocio, con pequeñas empresas que todavía dejan sitio para más propuestas, así que me decidí a intentar montar algo junto con mi pareja, que se encarga de la parte técnica.

-¿Fue complicado poner en marcha la plataforma?

-Lo más difícil no es montar una web, aunque sea costoso y se necesite la ayuda de un diseñador. Lo complicado ha sido fijar los precios de los productos debido a los gastos. Soy autónoma y además hay que tener en cuenta que se necesita una partida para publicidad mensual. Hay que poner un precio que cubra tus gastos, pero que no esté muy por encima de la competencia, así que no es nada fácil. Lo bueno que tiene un negocio de Internet es que la inversión es bastante pequeña comparada con un negocio físico, pero luego hay que ser paciente porque hay que sembrar mucho. Todo lleva su tiempo.

-¿Qué ofrece en su página web?

-La página web es un escaparate para poder vender el producto, que son clases de español por videoconferencia, fundamentalmente a través del programa Skype. Es el que está más implantado en Europa, donde tanto las familias como la gente mayor lo manejan de manera habitual. En la web además se pueden consultar dos blogs, uno sobre el idioma español y otro sobre España.

-¿Cómo definiría su metodología?

-Soy periodista y profesora de español así que tengo una forma particular de enseñar. Al no ser filóloga intento huir de palabras técnicas cuando explico y hacerlo de una manera que la gente lo entienda fácilmente.

-¿Es importante completar el aprendizaje de la lengua con el conocimiento de su cultura?

-Personalmente para mí es algo esencial, porque aprender un idioma es también aprender una nueva cultura. Mi español está muy unido a mi cultura, desde nuestras costumbres hasta el día a día. Pero a mis alumnos siempre les intento alejar de los tópicos de sol, playa, flamenco y toros. Lo que transmito es el día a día de una ciudad del centro de España.

-¿De qué manera ofrece estas clases particulares?

-Hay tres productos diferentes. Están las clases de conversación, en las que simplemente hablamos y corrijo al alumno. Luego tengo la clase estándar, donde preparo una programación, ejercicios de gramática, vocabulario o incluso fonética. Y por último están las clases a medida, para personas con necesidades más específicas, donde las clases se personalizan al 100%.

-¿Utiliza alguna herramienta especial para impartir las clases?

-Cuando me planteé este proyecto la principal dificultad que vi es que no tenía pizarra, porque la necesito para dar clase. La solución vino con un ordenador de pantalla táctil que comparto con el alumno. Se solventa así el principal problema y además se ofrece una gran ventaja, porque está pensado para gente que no tiene accesibilidad en su localidad a una academia de español. Además, los blogs son mi principal escaparate y hago vídeos para Youtube, en el que ya tengo más de 900 suscriptores, a los que explico aspectos del idioma de manera gratuita. La ventaja que tiene Internet es que te puedes mostrar en muchos sitios, donde valoran tu trabajo.

-¿Son preferibles las clases presenciales para aprender un idioma?

-Creo que son negocios diferentes. Si puedes acudir a clases presenciales es lo mejor, pero si por ejemplo vives en un pueblo de Noruega, probablemente no haya academia, pero te puedes conectar y tener la academia en tu casa.

-¿Quiénes son los estudiantes potenciales?

-El negocio está muy enfocado al norte de Europa, porque es gente con una calidad de Internet muy alta y mucho poder adquisitivo. Por ejemplo, los últimos datos apuntan que en Noruega hay cinco millones de personas y, según estadísticas de Fronteras, el año pasado entraron en España más de un millón de noruegos, una quinta parte de la población. Hay mucha demanda de los países nórdicos y de Rusia. El alumno el primer día me explica qué necesita, para qué quiere el idioma, se realiza un test para ver el nivel y se adapta cada clase a sus necesidades.

-¿Qué es lo que más le ha llamado la atención en este primer año que lleva con este proyecto?

-Me ha sorprendido sobre todo el interés de la gente por el español. Probablemente los españoles estudiamos inglés por obligación o por trabajo, no por placer. Pero para el europeo que estudia español esta es ya su tercera o cuarta lengua. Es algo que hace por ocio, la mayoría porque le gusta mucho España y tiene la idea de viajar aquí. Mis alumnos son personas motivadas con el idioma, que no se sienten obligados a estudiar. Además, explicarle una lengua a alguien que ya sabe otras es más sencillo.

-¿Qué es lo que más aprecian sus alumnos de los españoles?

-A todos les gusta mucho la parte positiva del español, desde el vivir en la calle hasta la facilidad de relacionarse con la gente. Tienen interés por conocer más España y cómo se vive. También es habitual que sea gente que una vez jubilada se interese por los idiomas y que se maneja además perfectamente con las tecnologías. Eso es algo muy habitual entre los europeos. También hay gente que lo estudió en el instituto y quiere retomarlo.

-¿Qué opina de las técnicas que hay en España para enseñar inglés?

-Inglés lo estudiamos muchos años los españoles y luego no sabemos hablarlo, lo que es muy frustrante. Por eso mis clases están enfocadas a la conversación y conseguir que desde el primer día el alumno sea capaz de decir cosas. La enseñanza de idiomas está cambiando y va en esa dirección. No se trata de aprender una lista de vocabulario, sino ser capaz de mantener una conversación para ir a comprar o comunicarte nada más bajar del avión. Siempre pienso en que el alumno se pueda comunicar. Lo importante es que te entiendan, con la práctica el vocabulario y la gramática se irán aprendiendo.

-¿Qué es lo que más les cuesta a sus alumnos?

-De la fonética lo más traumático es la "j" y la "rr". Entienden muy bien el resto, porque la fonética es más sencilla que en otros idiomas. La gramática es mucho más compleja y después hay problemas básicos como diferenciar el ser del estar, un verbo muy habitual que en otros idiomas es el mismo.