El "varapalo" a las inversiones en alta velocidad afecta en la comunidad a la construcción de la plataforma de los tramos León-La Robla, de 23 kilómetros; Lubián, de 100; y Burgos-Vitoria, de 86,6. En general, Europa reconoce su impacto socioeconómico, la calidad y madurez de la propuesta. En total, estos trabajos suman 1.240,2 millones, con una financiación requerida de 348,3 millones por parte de la sociedad pública ADIF Alta Velocidad.

Por otra parte, el Ministerio había pedido 41,8 millones, el 30% del coste de las instalaciones eléctricas y acústicas del tramo Palencia-León del AVE que entrará en servicio en septiembre, así como 40,6 millones para una inversión de 135,5 millones en el tramo Valladolid-Burgos, que Fomento pretende abrir al tráfico ferroviario antes de que acabe 2015.

En cuanto a las carreteras, el departamento de Ana Pastor pidió 2,79 millones para las obras del tramo de la A-62 entre Fuentes de Oñoro (Salamanca) y la frontera de Portugal, cuyas obras empezaron a principios de año y finalizarán en abril de 2018, conectando la red viaria española con la autopista IP-5. Estos trabajos, que se licitaron en 28,8 millones, si bien se adjudicaron en 19,68 millones, aspiraban a obtener fondos del programa anual.