Las políticas de recorte del gasto público que han llevado a cabo todas las administraciones durante los últimos años han dejado al empleo público en niveles del año 2007. Así se desprende del informe anual elaborado por el Consejo Económico y Social de Castilla y León, que asegura que la provincia cerró el ejercicio pasado con 11.308 trabajadores que recibían su nómina del erario público.

La cifra dista mucho de la registrada a finales del año 2011, cuando la crisis ya arreciaba y las administraciones decidieron apretarse el cinturón y recortar sus gastos todo lo posible. Entonces la cifra de trabajadores públicos ascendía en Zamora a 12.517 personas. Son 1.209 más que las que refleja el último dato, es decir, un diez por ciento más. Las causas hay que buscarlas en la ausencia de procesos selectivos y en el hecho de que cada funcionario que se jubilaba dejaba una plaza menos en la nómina de las administraciones. Salvo en servicios esenciales, donde la tasa de reposición ha sido algo más elevada durante los años de la crisis, muchos servicios públicos cuentan las jubilaciones por pérdidas de puestos de trabajo.

En 2007, antes de que se iniciara la crisis y cuando las administraciones comenzaron su escalada en lo referente a las contrataciones, existían 11.492 trabajadores públicos en Zamora. La cifra es levemente superior a la actual.

En Castilla y León las diferencias entre la actualidad y el año 2007 son más abultadas que en la provincia y se decantan claramente a favor del segundo. Los 165.048 trabajadores públicos existentes en la actualidad parecen pocos si se los compara con los 168.284 con los que se cerró el ejercicio 2007. Eso sí, el dato languidece aún más si se pone al lado del registrado al cierre del año 2011, cuando trabajaban para el sector público 178.577 castellanoleoneses.