Después de que sus obras pudieran verse hace unos meses en una exposición colectiva en La Encarnación, el pintor zamorano Eugenio Fuentes muestra ahora su obra en El Valey, el centro cultural de Castrillón (Asturias), bajo el título de "Argumento vital". Podrá visitarse hasta el 27 de agosto.

-¿Qué es lo que pretende expresar con este "Argumento vital"?

-No busco ser un artista ortodoxo donde la técnica o la estética sean el principal objetivo sino que en la obra prime más el sentimiento que quiero compartir. Por ejemplo, en la inauguración hice un pequeño ejercicio artístico en el que dejé una obra sin nombre para que la gente que la viera le pusiera el título que ellos creían que debería tener y así quedó. Es una forma de implicar a la gente porque no me gusta que una creación se conciba solamente como elemento a mirar y en el que tienes que decidir si te gusta o no.

-¿Esa es la forma en la que hoy se consume el arte?

-Creo que ese es un planteamiento muy simple al que estamos acostumbrados, y vamos a los museos solamente para quedarnos con la parte estética sin profundizar en lo que vemos. Desde que empecé a exponer siempre he querido transmitir que el culmen de la obra no es que las vean en una galería sino que eso es una parte más del proceso artístico. Lo que importa es la trascendencia que tiene cuando la creas y cuando el que la mira la siente.

-¿El ser un pintor autodidacta ha tenido mucho que ver en ese planteamiento artístico hacia la abstracción?

-Mi trayectoria es larga ya que empecé en la Laboral con quince años, aunque después lo aparqué. Llegó un momento en el que la figuración me ahogaba, porque haces paisajes y otras cosas típicas que la gente te demanda pero que te acaban cansando. Te dicen "¡qué bien pintas!", pero llega un momento en el que te agobias. Entonces cambié y empecé con la abstracción. Me gusta mucho introducir materia y otros elementos reciclables en mis cuadros. Pintar es una forma de explicar tu forma de ser y de entender la naturaleza y la sociedad, algo que expresas a través de tus obras y de la materia que utilizas.

-¿No se plantea volver al arte figurativo?

-No desecho nada, pero, en caso de que vuelva a ello, estoy seguro de que haré un arte figurativo diferente. En algún momento lo he usado para expresar mis opiniones puntuales en una ocasión concreta, sobre todo en temas de la convulsión social, pero es algo simbólico en el que la figuración no es el elemento principal sino un recurso. Es simplemente una manera de hacer más fácil de "digerir" lo que quiero expresar.

-Cada año va a más y ya expone en Suecia, Lituania... ¿Cuáles son sus próximos objetivos?

-En estos momentos no me planteo nada. A nivel exterior tengo una propuesta para exponer en Alemania y en Bosnia. En Iberoamérica, tengo posibilidad de exponer en Panamá, pero aún estamos en los primeros contactos. En 2014 pasado hice muchísimas exposiciones y este año he querido tomármelo con más calma y preparar mejor las muestras haciendo una o dos al año para centrarme en ellas. Cuando empiezas tienes que aprovechar todas las oportunidades y todo espacio es bueno para que el público vea y conozca tu obra. Lo mismo es exponer en la calle que en una cafetería y al no vivir de ello tienes la libertad de poder expresarte en cualquier sitio.

-¿Se encuentra muchos problemas para exponer?

-Sí y no. Si presentas un proyecto muy ambicioso y novedoso, a nivel institucional cuesta y a nivel particular, primero te cobran y después te dan permiso para hacer lo que quieras, pero esa no es la motivación. En mi caso particular cada vez tengo más facilidades para hacerlo y cada vez me llaman de más galerías a las que les interesa trabajar conmigo, pero me niego a pagar por exponer. Una cosa es que ellos cobren una comisión y otra que, además, les pagues un alquiler.

-Por último, ¿un consejo para alguien que empieza en la pintura?

-Que sea libre. Me duele mucho que la gente se vincule a tendencias o a modas y que jóvenes con talento se desanimen por notar que hacen cosas buenas que caen en el olvido o que sus obras pasan al diseño o a la publicidad. Eso les lleva a cambiar su estilo porque necesitan ser reconocidos y vender, pero se alejan de su objetivo. Vivimos en unos tiempos en los que la competitividad es lo más importante y yo creo que no es así. La meta es sentirse realizado tras un periodo de aprendizaje y de experiencia que tiene que desembocar en que desarrolles tu propio estilo como artista.