Las reivindicaciones de los ciudadanos que están recogiendo firmas para ampliar las zonas de esparcimiento canino pueden verse cumplidas, toda vez que el Equipo de Gobierno llevaba entre sus propuestas para la Alcaldía esta misma cuestión. El alcalde, Francisco Guarido, ha manifestado que entiende este tipo de peticiones y que se puede llegar a un consenso para buscar una solución, aunque reitera que todo ha de seguir los cauces pertinentes y que por ello no se tomarán decisiones hasta que los promotores de esta iniciativa presenten algún escrito en el Consistorio o acudan a hablar directamente con el concejal delegado del área o el propio alcalde. No obstante, desde el Ayuntamiento de Zamora se deja abierta la puerta a la ampliación de las zonas para perros sueltos, aunque nunca en mayor número de dos más de las que hay actualmente -el bosque de Valorio y la isla de Las Pallas-, pudiendo ser el parque de León Felipe uno de los espacios elegidos.

El Equipo de Gobierno está "esencialmente de acuerdo" con las reivindicaciones surgidas en la última semana para ampliar las zonas de esparcimiento canino, que en la capital se reducen actualmente a la isla de Las Pallas y el bosque de Valorio. No obstante, el primer paso para llegar al consenso es que los promotores de la recogida de firmas se dirijan directamente al Ayuntamiento de Zamora para mostrar sus peticiones. A partir de ese momento, el gobierno municipal sí que estaría dispuesto a incrementar las zonas para perros sueltos, aunque nunca en un número superior a dos. "Hay que buscar soluciones. Pero lo que no podemos hacer es poner muchos puntos en muchos parques, porque sería inviable y carísimo. Sin embargo, sí que hay que concretar uno o dos parques céntricos y acotar allí las zonas. Uno puede ser el parque de León Felipe y el otro se puede estudiar en otro punto más o menos céntrico", apunta el alcalde, Francisco Guarido.

A raíz de estas reivindicaciones, desde el Ayuntamiento de Zamora quieren hacer un llamamiento a la flexibilidad y la tolerancia entre los ciudadanos que tienen perros y quienes no. "En Zamora se ha creado una falta de sintonía entre personas que tienen perro, personas que no tienen perro y ciclistas. Unos acusan a otros de que los perros van sueltos y que no recogen las defecaciones. Eso hay que castigarlo y ser inflexible. Pero también hay que ser flexible en el tema de la convivencia", apunta Guarido. "Los perros hacen una labor social muy importante, sobre todo con gente mayor. Antes no se veía a ninguna persona mayor con perro y ahora es muy frecuente. Eso ayuda a mantener la calidad de vida de cierta gente y por ello es importante que exista esa convivencia", explica el regidor municipal.