El nuevo equipo de Gobierno se ha mostrado contrario a seguir invirtiendo en reparaciones en la fuente de La Marina y por ello ha llegado a la conclusión de que es difícil que vuelva a funcionar algún día. El alcalde, Francisco Guarido, considera que este emblemático ornamento de la capital "es un agujero negro que se traga el dinero y que nunca ha funcionado" y por ello, por el momento, le ve complicada viabilidad a su puesta en marcha.

Los problemas que la fuente acarrea desde hace años son la gota definitiva que ha colmado la paciencia del alcalde. "Si alguien lo ha denunciado durante todo este tiempo, ese he sido yo. La fuente de La Marina tiene un problema estructural grave y quizá, por mucho dinero que se invierta, siempre van a existir filtraciones", ha explicado el regidor. "Todo lo que se ha invertido ha servido de muy poco para aliviar el problema principal y normal esta fuente, que es que haya filtraciones hacia el aparcamiento subterráneo", detalla el líder de Izquierda Unida.

La situación límite a la que ha llegado la fuente de La Marina es la que ha obligado al Ayuntamiento de Zamora a tomar medidas drásticas. "Tengo mis dudas de que pueda volver a funcionar normalmente en el futuro, a pesar de la gran inversión que se ha hecho. En su día dije que era tirar el dinero y hoy lo compruebo desde el otro lado", analiza Guarido.

El principal problema que encuentra el equipo de Gobierno para dar solución a la fuente de La Marina es la financiación. "Si meter más dinero supone arreglar la obra y la situación, se hará. Pero si los técnicos dicen que habrá más de lo mismo, tendremos que dejar de meter dinero y decir que se ha fracasado", comenta el alcalde. "Lo que no vamos a hacer, porque no estoy dispuesto, es volver a meter 50.000 euros en luces, impermeabilizaciones y canalizaciones para comprobar luego que no sirve para nada", explica.

El alcalde, tajante, ha expresado que "no se meterá un duro más" en tanto en cuanto no se garantice el correcto funcionamiento de la fuente. "Si hacemos un repaso de lo que se ha invertido en los últimos siete años, resulta que se ha gastado más en reparaciones que en la fuente en sí. Es como si en una casa te gastas más en repararla que en comprarla para que se te vuelva a arruinar. Eso lo entiende todo el mundo y no va a volver a ocurrir. Al menos, con nosotros, no", concluye Guarido.