Aunque hace varios años que no expone en su ciudad, la obra del pintor zamorano Diego Benéitez ha logrado hacerse un hueco en el mercado del arte. "Evocaciones" es la exposición permanente de la "Galería Viva" y podrán verse en la Alhóndiga hasta el día 28.

-¿Cómo surgió la posibilidad de participar en este proyecto?

-Javier me comentó alguno de sus proyectos culturales para Zamora, entre ellos este. Me pidió que participase y acepté porque hace ya tiempo que expuse aquí, pero de una forma completamente distinta. Me encantó la idea de la "Galería Viva" de mezclar pintura, música y teatro de artistas emergentes. Es algo que ya se está haciendo en Madrid o en Salamanca, algo más actual y relacionado con los jóvenes creadores. Es una idea genial y es muy necesario que se hagan proyectos así en Zamora. Yo empecé viendo cosas y eso me animó a hacerlas. Es un reclamo para que un chico de catorce años que vea una exposición se ponga a pintar él mismo.

-¿Hace falta un impulso para los más jóvenes?

-En Zamora, sí. Hay iniciativa y gente que trabaja mucho desde casi el anonimato, y tenemos que salir a dar guerra.

-¿Qué ha cambiado en sus obras desde la última exposición?

-Llevo tres o cuatro años ahondando en un tema concreto, los paisajes que yo veo aquí. No son los que veo cuando viajo, aunque pueda mezclar distintas zonas en algunos cuadros, son mis visiones llevadas hacia fuera. Por ejemplo, veo un paisaje cuando vengo de Valladolid con las luces sobre la ciudad y al día siguiente lo pinto. Quiero sacar algo fácil de algo complejo.

-¿Cuáles serían sus referencias pictóricas?

-Me gusta mucho Mark Rothko y otros pintores más conceptuales como Miquel Barceló, pero también John Constable, del siglo XVIII. Una pintura de hace trescientos años puede inspirarte de la misma forma que un Kandinsky o que otro cuadro muy realista. La pintura que tú hagas bebe de todo tipo de influencias, desde el color o del tono del cielo de un Sorolla hasta donde quieras, y gente de hace siglos puede marcarte o inspirarte igual que la gente que ves en ferias más actuales como ARCO. Todo en el arte va en una relación de tiempo que paras y llevas a tu obra cuando quieras.

-Paisajes como los de "Evocaciones" es una constante en la Historia del Arte. ¿Qué aporta su visión?

-Quiero reflejar algo que se haya hecho siempre pero haciéndolo más actual. Vivimos en 2015 y hay que hacer cosas del 2015, porque lo otro hace trescientos años ya lo han hecho. Pero no hay que olvidar todo lo que han pintado los maestros de la Historia del Arte.

-¿Qué le diría a los que creen que el arte contemporáneo es algo demasiado elitista?

-Es algo contemporáneo. Por ejemplo, en realidad yo soy un artista figurativo porque pinto objetos reconocidos pero también me considero abstracto en otros aspectos porque son pinturas que me gustan mucho. Quiero que se puedan reconocer figuras en mis cuadros si se ven de cerca pero que, de lejos, parezca simplemente una línea. Es una búsqueda.

-¿Ha pensado en pasarse al paisaje convencional?

-Me planteo muchas posibilidades. En mi estudio, trabajo durante horas y funciono con lo que va saliendo, desechando unas ideas y recogiendo otras. Al final es el fruto de un trabajo que sale de viajar, ver exposiciones y conocer a muchos artistas. Y, en citas como estas, es lo que hay que hacer.

-¿Qué le diría a un artista joven de Zamora que no se decide a darse a conocer por falta de apoyo o espacios?

-Que luche. Hubo una temporada que llevaba mis dossieres a todas partes y nadie estaba interesado en mí, pero seguía pintando en casa. Después surgió la oportunidad y la aproveché. Siempre que se presente una posibilidad hay que lanzarse. Hay que viajar, ver cosas, participar en concursos... No hay que quedarse en casa, que pueden decirte diez o veinte veces que no, pero alguna vez alguien dirá que sí.