Juventud y experiencia son dos de los valores de Áurea Donate, la nueva directora de la Joven Orquesta Sinfónica de Zamora que ayer realizó el primer ensayo con sus músicos desde que hace apenas unos días llegase al cargo después de un largo proceso de selección en el que se impuso a otros quince candidatos que optaban a la dirección de la agrupación.

-¿Por qué decidió presentarse como candidata a la dirección de esta orquesta?

-Lo hice porque, además de profesora, soy estudiante de Dirección. Este mundo me apasiona desde que tuve la oportunidad de hacerme cargo de las agrupaciones del conservatorio y, después, cuando vi que era algo que me gustaba tanto, quise estudiarlo de manera más seria. Al ver que se convocaba un proceso de selección para el cargo, sentí la atracción de presentarme para realizar una labor musical que me permitiera experimentar todo lo que he aprendido estos años. Como profesora, desarrollo una labor pedagógica que también puedo hacer aquí.

-¿Es su primera experiencia con este tipo de agrupaciones?

-Es mi primer ensayo con la orquesta de Zamora, pero ya había tenido contacto con otros grupos similares. Soy profesora en el Conservatorio de Alcalá de Henares y allí soy una de las profesoras responsables de las agrupaciones de banda y orquesta sinfónica. Llevo cuatro años realizando ese tipo de labores.

-¿Compaginará su trabajo en el conservatorio con la dirección de la orquesta?

-Sí. Como los ensayos de esta orquesta están programados los fines de semana, puedo combinarlo con mi labor en Alcalá. Son unos cuantos kilómetros al mes, pero merecerá la pena.

-¿Cuál es su sensación ahora que acaba de llegar a Zamora?

-Muy buena. Estamos realizando la primera toma de contacto y viendo de dónde venimos. Así, teniendo en cuenta cuál es nuestra idea y proyecto musical, tenemos que organizar nuestro trabajo para llegar a conseguir nuestros objetivos.

-¿Cómo ve a los músicos?

-Lo que más se necesita es ilusión, compromiso y ganas de venir a los ensayos. Tenemos que tener un criterio claro de hacia dónde queremos ir, mayores y pequeños, y es un reto. Los más jóvenes son la cantera, los que se quedarán en el futuro con la orquesta, y con el apoyo de los más veteranos, se puede hacer algo acorde a todos.

-¿De dónde nació su vocación musical?

-Yo soy profesora de trompa, y cuando me llamaron para trabajar en el conservatorio de Alcalá, acababa de nacer un proyecto de banda. Esa parte la había asumido el anterior profesor y me propusieron a mí para hacerse cargo de ello y acepté. Ahí descubrí que me encanta la dirección.

-¿Cuáles son sus objetivos a conseguir con la Joven Orquesta Sinfónica de Zamora?

-Quiero que sea una actividad que ellos disfrutan. Es algo pensado para los fines de semana por lo que, tras cinco días de estudio, tienen que encontrar un atractivo para querer venir a ensayar. Además, es una orquesta que tiene que seguir creciendo en número de integrantes, un reto muy importante. Estamos un poco faltos de músicos de viento, por lo que hago un llamamiento a que todos se sumen a este proyecto. Es algo muy interesante para aprender y crecer musicalmente. También quiero que nos relacionemos más con el entorno de la ciudad y, a ser posible, salir más de ella. Quiero colaborar con otras agrupaciones y que nos nutramos de la personalidad de otros grupos porque, al fin y al cabo, tenemos la responsabilidad de la transmisión cultural. Zamora tiene que conocer este tipo de música y valorarla, por lo que tenemos que enseñar nuestro trabajo y nuestro proyecto. Más allá de Zamora, me gustaría salir a que vieran el trabajo en otras provincias.

-Desde la directiva comentan la posibilidad de hacer conciertos con los otros candidatos a la dirección.

-Soy muy partidaria de que los músicos conozcan otras líneas de trabajo, por lo que veo genial organizar conciertos con profesores y directores invitados. Me encantaría que otros compañeros vinieran a trabajar con nosotros porque es algo muy enriquecedor.

-Fueron los propios músicos los que tomaron la decisión final. ¿Por qué cree que la escogieron frente al resto?

-No lo sé. No conozco al resto de los candidatos, pero lo único que sé es que el día de la prueba me sentí muy cómoda trabajando con los chicos. Son muy jóvenes, pero tienen una capacidad inmediata de respuesta a lo que se les pide, tienen una gran concentración y aprenden rápido. Ese día nos entendimos muy bien y, aunque tenía los nervios típicos de una prueba, me lo tomé como una clase. Hice lo que hago cada día con mis alumnos y creo que hubo entendimiento.

-¿Qué cree que ofrece este tipo de música a la gente joven, a quienes normalmente se les relaciona con otros estilos?

-Es una transmisión cultural que se ve con una distancia que no debería de haber desde la sociedad. Que ellos, tan jóvenes, se acerquen a una música culta, es importante para que haya una transmisión entre iguales. Es una manera de poder conocer un tipo de música difícilmente abarcable por parte de un público joven.

-Además, hacen amistad.

-Eso es una parte primordial para que una agrupación funcione. Quiero hacer actividades para que, además de musicalmente, ellos funcionen como grupo que se conoce, se divierte y trabaja bien juntos.

-Por último, un deseo para esta nueva etapa.

-Que todos la disfrutemos y que se cumplan los objetivos. Estoy encantada de estar aquí y espero aportarles a ellos lo que a mí ya me están aportando.