Desde hace 26 años, Talleres Carson se ubica en la calle Cabañales pero anteriormente esta empresa especializada en chapa y pintura se estableció en el barrio de Pinilla y sus responsables trabajaron con anterioridad en otros talleres. Las décadas de experiencia acumulada han respaldado que su apuesta por la calidad es la correcta y por eso hoy en día talleres Carson sigue siendo uno de los lugares de referencia en Zamora en lo referente a reparación de golpes de chapa y pintura. Pero no sólo eso, desde hace cinco años, las instalaciones se han adaptado para ofrecer un mayor número de servicios a sus clientes y ahora realizan también otras operaciones de mantenimiento del vehículo como el cambio de aceite o de neumáticos, aire acondicionado, pastillas de freno o amortiguadores, entre otros.

Además, se trata de uno de los talleres más grandes que existe de los ubicados dentro de la ciudad, con unas amplias instalaciones que ocupan cerca de 500 metros cuadrados y que incluyen cabina, horno de secado o bancada. "Quitando los nuevos que han abierto en polígonos, de los que hay en ciudad es uno de los talleres más grandes", explica Nacho Álvarez, la segunda generación de un negocio que inició su padre y en el que, pese a su juventud, ya acumula 22 años de experiencia.

Aunque la actividad principal consiste en la reparación de chapa y pintura, la ampliación de servicios se debió a que los propios clientes demandaban, ya que estaban en el taller, otros servicios como el cambio de ruedas o de aceite. Antes debían ir a otros talleres a realizarlo por lo que finalmente decidieron instalar nueva maquinaria, hacer una pequeña inversión y así "dar servicio sin tener que sacar el vehículo de aquí".

Este taller, que trabaja con todas las compañías de seguros a la hora de efectuar reparaciones, ofrece además servicios complementarios como el vehículo de cortesía que pone a disposición de los clientes, además de ofrecer presupuestos sin compromiso a quien los solicite.

En el tema de pintura del vehículo, lo tradicional sigue siendo lo que triunfa ya que la novedad de las pinturas al agua aún no está perfeccionada y son más eficaces las clásicas. El arreglo de un golpe de chapa y pintura es laborioso y lleva mucha mano de obra entre desmontaje, reparación emplastecido, aparejo, pintura y barnizado, pudiendo que tener que realizarse varias veces algunas operaciones hasta conseguir un acabado óptimo. Ese tesón por cuidar hasta el mínimo detalle para que el coche quede impecable es uno de los distintivos de talleres Carson, que siempre ha tenido una calidad que es la que le ha dado fama y hace que los clientes repitan.

En cuanto al color, en Carson disponen de toda la variedad cromática y además se aseguran que el color del que se pinta una parte del coche es exactamente el mismo que el utilizado en el resto del vehículo. Para ello se trabaja con un espectofotómetro, una especie de cámara de fotos que lo que hace es sacar el color exacto del coche para que no haya diferencia entre la zona pintada y el resto.

Talleres Carson apoya además el deporte no profesional y una muestra de ello es el equipo de fútbol sala que lleva su nombre y que este año se ha proclamado campeón de la copa de veteranos, una prueba del compromiso con esta tierra de una empresa de reparación de vehículos que lleva desde 1989 implantada en el barrio de Cabañales, junto al río Duero en las inmediaciones del Puente de Piedra.

En la nave del número once de la calle Cabañales, Carson cuenta además, entre otra tecnología, con una máquina de diagnosis último modelo que permite diagnosticar coches matriculados después de 1996, realizar pruebas del sensor de oxígeno y de carbono, diagnosticar más de cuarenta modelos de coche, probar sistemas de motor, transmisión, ABS o air-bag, así como realizar funciones especiales como restablecer el bloque de freno o corregir la dirección sensor de ángulo, entre otras.