La Asociación Vecinal Zamora (AVZ) continúa con sus reivindicaciones a propósito del servicio municipal de autobuses, con el objetivo de mejorar la asistencia a los ciudadanos. Desde el colectivo se solicita que se agilicen los actuales trámites que hay que realizar para renovar las tarjetas bonificadas. "En la actualidad, este proceso puede durar entre dos y tres meses", denuncia el coordinador de la AVZ, Venancio Santos.

Este retraso "provoca un gran perjuicio para los usuarios", apunta Santos, debido a que durante ese tiempo de espera, los que se benefician de estas tarjetas bonificadas de transporte tienen que abonar el precio de billete normal. Eso significa que el precio se les incrementa desde los 24 céntimos que pagan con estas tarjetas los mayores, o los 51 céntimos para jóvenes, personas con discapacidad o incluso familias numerosas "por causa de esta demora abonan los 90 céntimos que cuesta el billete sin bonificar por motivos ajenos a su voluntad, lo que afecta injustamente a su economía", explica el coordinador.

Este problema afecta en mayor medida, según la AVZ, a los jubilados, "ya que son los que más utilizan el transporte público", razona Santos, quien calcula que con cuatro viajes al día que puedan hacer el dinero que se gastan asciende a 3,60 céntimos "cuando con su tarjeta bonificada no llegaría ni a un euro", compara.

Además, la asociación también considera que este retraso beneficia en cierto sentido a la propia empresa adjudicataria de este servicio, Semura Bus, "que cobra todo ese dinero de más de los billetes". Por ello, aboga por que la empresa "debería prorrogar automáticamente hasta la resolución de esta renovación las ventajas que tienen estos colectivos con respecto al precio de los billetes".

Para la renovación de la tarjeta de transporte, el usuario debe presentar la documentación requerida en su CEAS más cercano "pero no es allí donde tiene que ir a recogerla cuando se hace la renovación", lamentan desde el colectivo vecinal. Transcurridos los dos meses de media en los que se tarda en la tramitación, los usuarios deben ir a las oficinas de la empresa adjudicataria.

En este sentido, Venancio Santos apunta que sería de mayor utilidad para la propia empresa que gestiona este servicio de autobuses que dispusiera de una oficina más céntrica a la que los usuarios pudieran acercarse para realizar este tipo de trámites "porque las personas mayores tienen que desplazarse hasta el polígono de La Hiniesta, donde están las cocheras, para recoger las nuevas tarjetas", lamenta el coordinador del colectivo vecinal.