El precio del transporte público en Zamora no es la preocupación principal de los usuarios. Uno de los inconvenientes que sí destacan los zamoranos sobre el servicio urbano es el horario estimado de la parada, que muchas veces no concuerda con la realidad dado que una parte de los vehículos que circulan no disponen del sistema de GPS y, por tanto, resulta complicado conocer su posición. La otra gran pega reside en los autobuses más pequeños, que carecen de la ventilación adecuada y ponen en un aprieto a los usuarios, debido a su reducido tamaño.

Los ciudadanos que usan este tipo de transporte, como Carmen García, señalan que "los autobuses no respetan los horarios, no suele venir nunca a la hora, y si llegan pronto y no hay nadie en la parada, se van sin esperar". Esta vecina, crítica con el servicio, añade que "funcionan fatal. Yo acabo de bajar a la parada y el autobús de mi línea ha debido de llegar antes de tiempo por lo que ahora me tocará esperar".

De las críticas tampoco se salvan los autobuses pequeños, incorporados por la concesionaria con el nuevo contrato. Estos vehículos "son un infierno e, incluso en invierno, no asamos como sardinas", señala Carmen García.

El otro foco de polémica se sitúa en la información que ofrecen las marquesinas de las paradas, donde han sido incorporados los paneles que señalan el tiempo que resta para el siguiente bus. Aunque cualquier usuario puede encontrar tiempos de espera desde los diez a más de cincuenta minutos, muchos usuarios han decidido no prestar demasiada atención, dado que "muchas veces, el tiempo no corresponde con la realidad", señalan "clientes" diarios del servicio a modo de queja. El hecho de que algunos vehículos no hayan incorporado aún el sistema GPS impide que el dispositivo informativo funcione correctamente.

Como idea para el nuevo equipo de Gobierno, algunos ciudadanos señalan que los vehículos pequeños "podrían dejarse para el verano, en horarios en que haya menos personas". De lo contrario, "es imposible viajar en ellos porque se llenan con mucha facilidad y, por ejemplo, el carrito del bebé no cabe", indica otra persona que aguarda la llegada de su autobús.

De lo dicho se desprende que, aunque el servicio ha mejorado de forma notable con la nueva concesión, existen aspectos mejorables. El autobús urbano se revela como uno de los aspectos más sensibles para los ciudadanos, en particular, aquellos que viven en los barrios más alejados de la ciudad, para quienes es imprescindible.