El Festival Aéreo de Gijón, el bosque de Valorio, el palacio de Arias Gonzalo o la calle de Las Infantas son los protagonistas de las últimas entradas del zamorano Balbino Lozano en su perfil de Facebook. Abierto desde el pasado mes de febrero, este policía municipal jubilado se embarca ahora en la aventura de publicar un nuevo libro -no es su primer trabajo- donde rescata todas estas vivencias, relatos e investigaciones históricas que cada día siguen más de 360 amigos. Precisamente ellos son los que han animado al autor a plasmarlo en papel.

-¿Cómo comienza el germen de este libro, sus inicios en la red social Facebook?

-Sobre todo por la inquietud de entrar en las nuevas tecnologías y por practicar. La verdad es que es una especie de reto que me propuse a mí mismo. Las nuevas tecnologías no son solo cosa de la juventud y me resisto a que mis nietos sean los que me enseñen a mí cómo utilizarlas, cuando puedo aprender por mí mismo. Aunque venía haciendo hace tiempo mis pinitos, desde el pasado mes de febrero me uní a la comunidad de Facebook y escribí un artículo cada día.

-¿En qué se inspira para escribir una entrada diaria?

-Primero en mis propias experiencias, pero también en mi conocimiento de la ciudad de Zamora. Mis amigos en la red me han animado a que siga y por eso continúo con esta experiencia.

-¿Qué consejo le daría a las personas mayores que no se atreven a aventurarse en las nuevas tecnologías?

-Lo primero es que le pierdan el miedo. Yo personalmente estoy dispuesto a llegar hasta donde se me demande. Hay que tener en cuenta que para los mayores este tipo de actividades les aporta, en primer lugar, una ampliación de conocimientos muy grande, pero sobre todo practicar y ayudar a que la memoria se refresque bastante, porque se les ofrece la oportunidad de darle un buen repaso al pasado. Y también investigar sobre todas aquellas cosas que se desconocen.

-¿Y cómo da el paso de transcribir aquello que se ve en la pantalla del ordenador a las hojas de un libro?

-Me animé porque entiendo que he sido muy bien recibido en las redes sociales y mis propios amigos me alentaron a ello, a hacer una recopilación de todos mis artículos. De alguna manera, pueden tener algo de interés para algunas personas.

-Zamora es la protagonista de la mayoría de sus entradas, ¿es una ciudad que le inspira?

-Por supuesto, soy un zamorano de los pies a la cabeza, de pura cepa. Lo que más me inspira es su propia historia, sus monumentos. Y además que sea una ciudad del románico por encima de otros muchos conceptos. Sobre todo esto es sobre lo que yo escribo cada día. Además, yo fui 46 años policía municipal, así que tengo motivos más que suficientes para llevar Zamora dentro de mí. Pertenezco a una familia de cuatro generaciones en el cuerpo, por lo tanto es normal que tengamos la ciudad metida tan dentro de nosotros.

-¿Qué tipo de comentarios reciben sus entradas?

-Entiendo que son favorables e incluso hay quienes además de lo que yo escribo, aportan su propia visión y vivencias. Tengo un seguidor, que llamo contertulio, y que cada vez que menciono un lugar o zona de la capital, él añade nuevas imágenes que rescata de su archivo fotográfico personal. Entre los dos completamos la historia cada día.

-Desde esa vasta experiencia, ¿cómo considera que ha evolucionado la ciudad?

-Quizá la evolución no sea tanta para pensar que Zamora ahora es una cosa completamente diferente a lo que era hace décadas. Es muy rica, al estar cargada de historia y recuerdos, pero no se puede considerar una ciudad que se haya modernizado, en el sentido de que aquí no ha llegado industria. Pero a lo mejor es algo de lo que podemos estar relativamente satisfechos, de mantener lo que somos.

-¿Qué le faltaría a la ciudad?

-Como no se ha modernizado, aquí no hay una industria fuerte ni una vida comercial ni de negocio que serían tan necesarias.

-¿Pero tiene futuro?

-Yo veo últimamente de un tiempo a esta parte que el turismo se está incrementado, que cada vez con más frecuencia se observan grupos de visitantes que recorren las calles con mucho interés y ávidos de conocer Zamora y su historia. Y eso es algo que me gusta y que creo que hay que incentivar.