Desde la elaboración del guión hasta las pautas del dibujo, pasando por la narrativa adecuada y las posibilidades de publicación de ideas originales para llegar al mercado. "Cómo hacer cómics y no morir en el intento" es el título del completo taller que estos días imparte el zamorano Diego Núñez en el encuentro anual Level Up de León, que ya suma su sexta edición, y que se desarrolla en el campus de la facultad de Filosofía y Letras de la ciudad.

"He aprovechado mi experiencia participando en este y otros eventos similares para elaborar un curso donde doy a conocer un montón de material diferente en torno al cómic, añadiendo además mi experiencia en este mundillo", apunta el zamorano. "Guión y creatividad", "Dibujo y narrativa" y "Cómo publicar (o no)" son las tres clases en las que se dividen las jornadas, en las que está participando una docena de aficionados de distintas ramas.

"Las clases no están dirigidas a un público específico", asegura Nuñez, conocido como DNM, "sino que al tratarse de temas bastante genéricos, pueden ser aprovechados por los lectores, para que puedan apreciar los cómics desde otro punto de vista, y también por personas que quieran aportar un visión más crítica.- Incluso es útil para los propios artistas, ya que también se trata el aspecto de cómo vender tu propio proyecto a una editorial". Precisamente este asunto crucial reconoce el zamorano que es uno de los más complicados en el proceso de elaboración de un cómic.

Sobre la situación que atraviesa el mundo de los tradicionalmente conocidos como tebeos, Diego Nuñez indica que "es cierto que hay un auge, pero a la vez también estamos de capa caída". Y ello es debido a que, a pesar de la crisis, existen también autores que están de moda "y cuyas obras se llevan al cine y la televisión", indica. "Es muy difícil entrar en este negocio y además en España apenas da para vivir de él", reconoce el zamorano.

Diferentes mercados

Las diferencias también existen entre el material nacional y el extranjero. "Hay grandes nombres en España, pero por lo general somos más exportadores de ingenio al exterior, aquí solo existe un pequeño gueto artístico", califica. Aun así, reconoce que algunos compañeros han sido capaces de triunfar en el mercado franco-belga, uno de los más activos en el mundo del cómic, o incluso cruzar el charco y ser reconocidos en Estados Unidos, trabajando en industrias tan reconocidas como Marvel, "que se nutre de dibujantes españoles", subraya.

En estas jornadas en León el mundo del cómic se entremezcla con los juegos de mesa, los videojuegos o el rol, además de concursos, exposiciones e incluso firmas de autores bien conocidos por los aficionados de este variado universo que suma adeptos de todas las edades.