Una enorme estructura de andamios y la ayuda de una grúa en el proceso de desescombro preludian la desaparición de la torre del antiguo Hospital Provincial, edificio central del complejo y penúltima fase de la demolición de las construcciones que ya están siendo relevadas por unas instalaciones, las azules, acordes al siglo XXI.

En las próximas semanas, los usuarios del Hospital verán que la torre -como si de una estructura defensiva tomada por los enemigos se tratara- se desmorona, piso a piso. Las once alturas que conferían espacio para el ingreso de los pacientes desde el año 1970 en sus habitaciones irán dejando franco el espacio aéreo conquistado antaño por el proyecto de los arquitectos Julián Gutiérrez de la Cuesta, Antonio Viloria y Dacio Pinilla durante estos 45 años.

El desmoronamiento de la torre, que será más evidente conforme pasen los días, supone la continuación del proceso que arrancó a principios del mes de junio con la polémica demolición de la Capilla, un edificio singular que acabó hecho escombros por su falta de protección administrativa. El cuerpo central del Hospital no será el último espacio en desaparecer. Por delante queda la zona en la que se ubica Radiología y la cafetería del recinto, además de las viviendas que se sitúan en el acceso al complejo.

A rey muerto... El espacio tomado durante medio siglo por la torre -una edificación de estructura metálica cubierta de ladrillo caravista- dejará paso a la zona de consultas externas, uno de los principales servicios que quedan por cubrir en las nuevas instalaciones. En concreto, el proyecto incluye 36 consultas, 14 más que el antiguo servicio.

Asimismo, en la tercera y última fase se reformará el edificio que alberga el bloque de cirugía, que incluye cuatro quirófanos y una unidad de reanimación. En esta etapa será demolida la zona de Radiología y la cafetería, que serán ocupadas por el área de Rehabilitación y de dirección. La conexión con Radioterapia finalizará el proyecto.