Los aproximadamente 500 bloques de edificios con calefacción central que hay en la provincia deberán tener instalados contadores individuales antes del primero de enero de 2017. En la mayoría de los casos, se trata de varios contadores que se instalan en los propios radiadores y que permiten saber con exactitud el nivel de consumo para después pagar en consecuencia.

La medida, de gran importancia para los hogares que aún tengan calefacción central -una modalidad prácticamente en desuso en los pisos de nueva construcción- supondrá un ahorro medio de más de 200 euros al año, según entienden las compañías suministradoras de gas y gasóleo, los dos combustibles que se usan para este tipo de infraestructuras.

Lo cierto es que este punto se ha convertido en uno de los más importantes de las juntas de vecinos que celebran los zamoranos afectados. El ahorro es importante, sí, pero también lo es el coste de instalación. Según los administradores de fincas cada propietario tendrá que desembolsar aproximadamente 400 euros para adaptar su vivienda a la nueva normativa. La Organización de Consumidores y Usuarios es bastante más pesimista pues sitúa el coste total por encima de los 600 euros. En según qué casos los propietarios podrán alquilar los contadores individuales en lugar de comprarlos, pero lo que en principio es un ahorro se traducirá en un gasto con el paso de unos pocos años.

La norma no viene directamente del Gobierno ni de la Junta, llega de Europa. La Directiva Europea de Eficiencia Energética apunta a "la obligatoriedad de instalar, en todos los edificios con algún sistema de calefacción o agua caliente centralizados y antes del 1 de enero de 2017, algún sistema de medición individual (contadores de calorías o repartidores de costes de calefacción -traducidos como calorímetros- en cada radiador, o bien contadores de agua caliente)".

Las agrupaciones de comunidades de vecinos apuntan que "viviendas y edificios son los grandes consumidores de energía (más de un 40% del total en toda la Unión Europea) y, a su vez, el consumo de energía en calefacción y climatización dentro del sector residencial supone un 42% del coste total". Por esto "se entiende que este mercado será uno de los más afectados y beneficiados por la puesta en marcha de la eficiencia energética. Aunque existen algunos edificios relativamente modernos, con sistemas de alta eficiencia energética, hay un alto porcentaje de edificios antiguos con instalaciones obsoletas, y algunas muy poco eficientes, con calderas de carbón" que, aunque ya son claramente minoritarias, no han acabado de sustituirse totalmente.

Si estas medidas de ahorro energético (y económico) se complementan con un aislamiento térmico eficiente de cubiertas y fachadas, sustitución de calderas por otras más eficientes y utilización de combustibles menos contaminantes, las comunidades serán aún más eficientes en materia de energía.