Casi un año le ha costado a la provincia conseguir una cierta estabilidad en los precios. Así lo demuestran los datos del IPC, que muestran que la cesta de la compra costaba en junio exactamente lo mismo que en el mismo mes del año pasado. Se ha llegado a esta situación después de casi un año de cifras interanuales negativas. De hecho, fue precisamente en julio del año pasado cuando el IPC empezó a marcar cifras negativas, una situación de la que se ha recuperado ahora. Habrá que esperar a julio para comprobar si se inicia una tendencia alcista, pero es complicado. Por el efecto de las rebajas, julio suele ser uno de los meses en los que más cae el índice de precios.

Por partes, el IPC subió en junio cuatro décimas en comparación con el mismo ejercicio del año anterior. Desde enero el repunte es de solo tres décimas. Los indicadores que más han subido en junio han sido vivienda y ocio y cultura, mientras que ha bajado calzado y ropa visto que muchos comerciantes aprovecharon los días previos a las rebajas para adelantar las promociones.

En lo que va de año ha tirado del IPC el combustible. Sin embargo, el empujón no sirve para colocar el índice de precios en cifras positivas porque los precios de ahora siguen siendo más bajos que los de hace justo un año.

A nivel regional el IPC registró en Castilla y León una bajada de un 0,2% en junio en relación al mismo mes del pasado año, mientras que en el conjunto de España los precios subieron un 0,1% según los datos difundidos hoy por Estadística.

Teniendo en cuenta la variación mensual, los precios en la comunidad se elevaron cuatro décimas en relación a mayo, una más que la media nacional, mientras que en el acumulado del año en Castilla y León se registró una subida del 0,5%, incremento que en el conjunto del país fue del 0,9%.

Por comunidades, las más deflacionistas fueron Castilla-La Mancha, Canarias y Extremadura, con bajadas interanuales del 0,3%, mientras que de forma similar que Castilla y León se comportó Galicia. Por el contrario, las subidas las lideró Baleares con un 0,4%, por delante de Cataluña (0,3).

Por grupos, y en lo que se refiere a la variación anual, la mayor subida de precios en Castilla y León se registro en los alimentos y bebidas no alcohólicas, con un incremento del 1,6%, por delante de la enseñanza (1,5), bebidas alcohólicas y tabaco (1,4), hoteles, cafés y restaurantes (1,4), vestido y calzado (0,6) y menaje (0,1).

La caída más destacada se registró en transporte, con un 4,3%, por delante de comunicaciones, vivienda, medicina y ocio y cultura. En lo que refiere a la comparación mensual entre junio y mayo, los precios sólo bajaron en vestido y calzado.