La Sanidad de Castilla y León tiene preparado un sistema de vigilancia para medir las repercusiones en la salud que tienen las temperaturas elevadas, por lo que se sabe que oficialmente los doctores atendieron en Zamora 18 casos de personas afectadas directamente por las olas de calor el verano pasado. Casi todos se debieron a lo que se conoce como golpe de calor o insolaciones. La repercusión en la salud de los fenómenos de calor estival está relacionada no sólo con la temperatura máxima, sino también con el número de días en que se mantiene ésta (por ejemplo por encima de los 35 grados) y también por el nivel de las mínimas. Es decir, si la temperatura sube de los 35 grados durante varias jornadas y la mínima no baja por ejemplo de 20 grados, hay que extremar las precauciones en provincias como Zamora (en las del sur los umbrales son más elevados). Otra de las actuaciones de la Sanidad regional consiste en difundir consejos básicos, pero que resultan muy útiles a la hora de evitar los problemas de salud derivados de las altas temperaturas. Beber agua y evitar tomar el sol o hacer ejercicio en horas centrales del día son dos de estos consejos.