El Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero que impulsa la Confederación se plantea un horizonte de veinte años, hasta 2033, para resolver los serios problemas de las aguas en Zamora, sobre todo la calidad de las superficiales y este mismo parámetro y la cantidad en el caso de las subterráneas.

La Confederación Hidrográfica del Duero ha habilitado en su página web un programa que permite crear "a la carta" los distintos mapas que conforman los datos del Plan Hidrológico, instrumento que permite "visualizar" mucho mejor la gran cantidad de datos que contiene el voluminoso documento.

Uno de los mapas más interesantes es de las aguas subterráneas. El estado global de este importante recurso es malo, tanto en calidad como en cantidad, en buena parte de la provincia de Zamora, una amplia zona que coge todo el Sur y Este provinciales. En el resto de la provincia aparece un color verde que indica la buena calidad de estas aguas subterráneas. Además esta zona de aguas subterráneas en peor estado coincide con el área donde mayor número de sondeos existe, es decir, la zona de la provincia donde más se usa este importante recurso del subsuelo. El estado actual de estas masas de agua no invita precisamente al optimismo, no sólo por los inconvenientes desde el punto de vista medio ambiental sino también por lo que supone la limitación de apertura de más pozoslimitación de apertura de más pozos para el desarrollo agrícola y ganadero de estas comarcas. Sin embargo en uno de los tomos del Plan Hidrológico, el dedicado a las restricciones de uso, prioridades y asignación de recursos se vaticina un futuro mucho más halagüeño y dentro de veinte años escasos, en el horizonte de 2033 la situación habrá mejorado notablemente. Así lo muestra también el correspondiente mapa, que en esa fecha prescinde ya prácticamente del color rojo en cualquier zona de aguas subterráneas de la provincia.

Y es que, como explica el Plan Hidrológico, en el sistema de explotación Bajo Duero, que incluye masas de agua como la Tordesillas Zamora Tierra del Vino, en el horizonte de 2033 se prevé una disminución de la superficie de riego de cuatro mil hectáreas, por la creación de una unidad adscrita al sistema de explotación Cega-Eresma-Adaja que sustituirá a los regadíos de la masa subterránea de Medina del Campo por agua de origen superficial procedente de las regulaciones de Carbonero y Ciguñuela.

En cuanto al estado de las aguas superficiales, los mapas de la Confederación muestran cómo en gran parte de los tramos de ríos de la provincia se encuentran en un estado "peor que bueno". En este caso también se prevé una mejora importante en la calidad de las aguas en el horizonte de 2033, en este caso por mejoras en la depuración de los vertidos.

Y en el mapa de los vertidos es donde menos diferencia se aprecia entre las distintas comarcas de la provincia, debido a que éstos se reparten de una forma bastante homogénea por el territorio. No así la presión ganadera que es más alta en el entorno de la capital y el sur de la provincia que en el resto de las zonas. En todo caso no es tan alta en Zamora como en otras provincias, sin ir más lejos la vecina Salamanca. Con respecto a las industrias agroalimentarias es en Palencia, Valladolid y Burgos donde se encuentran las más potentes y en menor medida en Soria y Segovia. En Salamanca y León se está produciendo una fuerte atomización de las instalaciones industriales, una tendencia que siguen menos claramente provincias como Ávila y Zamora, explica el documento elaborado por la Confederación.