El derribo de las taquillas del teatro Ramos Carrión continúa en periodo de ejecución una vez cumplido el plazo de tres meses establecido y anunciado por la propia Diputación Provincial de Zamora. El pasado 11 de abril, el recinto fue vallado para iniciar el proceso de destrucción del edificio anexo y hoy, tres meses después, aún no han concluido los trabajos en la zona. Los operarios trabajan a contrarreloj para tener lista esta parte de la obra que ya se demoró en el tiempo para no interferir en el buen desarrollo de la Semana Santa.

Cumplido el plazo de ejecución, la obra en el Ramos Carrión continúa su curso. El pasado 11 de abril, la Diputación anunció el inicio de los trabajos de destrucción de las taquillas con una previsión de tardanza de tres meses. Una obra adjudicada a la empresa Rearasa y que tiene un coste de cerca de 15.000 euros, que es aproximadamente el 10% de los 145.896 euros del contrato firmado para realizar esta tarea y otras como el modificado de la escalera que sube a la cafetería, que no cumple con la normativa actual, la rampa de acceso por la puerta de la calle Alfonso XII, que tiene más pendiente de la permitida, temas de señalización o la ampliación de marcos de algunas puertas por asuntos de accesibilidad de los espectadores o asistentes.

El derribo de las taquillas del teatro Ramos Carrión significa poner el punto y final a un larguísimo proceso que ha tenido enfrentada a la comunidad de vecinos del número 2 de Alfonso XII con la Diputación casi desde el minuto cero del proyecto hace 15 años, aunque fue hace más de un lustro, en 2009, cuando el proceso entró en una vía judicial que al final ha terminado dando la razón a los reclamantes, es decir, los vecinos, frente a la Diputación Provincial de Zamora.

Al margen de las obras de la parte delantera, la Diputación trabaja también la adecuación de la parte sur del teatro Ramos Carrión. Una intervención que permitirá convertir el edificio en un centro de congresos y que tendrá un importe total de 697.484 euros. Esta obra, de mayor envergadura y que técnicamente se denomina "Adecuación de la parte sur del Teatro Ramos Carrión, destinada a actividades culturales y centro de congresos", ha sido adjudicada, asimismo, a la UTE San Gregorio-Rearasa.